La afectada le indicó a Conexión Capital que cuando el hombre de logística quiso requisarla, ella le manifestó que era una mujer trans y le solicitó que ese procedimiento se lo hiciera una mujer; sin embargo, él se rehusó:

“El señor de seguridad cogió mi pasaporte y me dijo: ‘Acá usted aparece como un hombre, lo requiso yo’”, recordó Juliana.

Aunque ella le pidió el favor de que no lo hiciera, a él “no le importó” y la requisó.

Juliana aseguró al medio que hubo desconocimiento por parte del hombre al momento de reconocerla como mujer transgénero. Frente a esto, la joven manifestó que, si hay confusión, lo más apropiado es preguntarle a esa persona sobre su identidad de género:

“Si tienes alguna duda, pregúntale directamente a la persona cómo quiere ser llamada, cómo quieres que te trate, qué pronombre quieres que utilice”.

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Matilda González, una de las creadoras de ‘La prohibida’ (espacio para hablar sobre temas LGBT), indicó a ese noticiero que en este caso no solo hubo discriminación, sino también “un tema de publicidad engañosa”, pues el bar se promociona como un establecimiento libre de discriminación gracias a una certificación que hace 6 meses le dio el Ministerio del Interior.

David Cañón, representante legal de El Mozo, se pronunció ante lo sucedido y le dijo al medio que ya se comunicó “con la dirección de diversidad sexual” para programar una reunión en la que esté presente Juliana.

En ese encuentro, según David, le ofrecerá disculpas a Juliana y conversará sobre la mejor manera para “enmendar esta falla”.