Ocho agentes de la policía del condado de Taos, en el estado de Nuevo México, llegaron a una vivienda hechiza, compuesta por llantas de automóvil, plásticos y un remolque, donde se encontraban los niños en condiciones antihigiénicas y en estado de desnutrición. Precisamente, la policía hizo el operativo porque fue informada que los menores estaban muriendo de hambre, reporta ABC7.

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Además de la información del estado de abandono de los niños, las autoridades estadounidenses estaban buscando a otro niño de tan solo 3 años de edad, que presuntamente había sido secuestrado por su padre, Siraj Wahhaj, de 39 años y quien se lo había llevado desde el estado de Georgia.

En el operativo, informa NPR, la policía arrestó, junto con Wahhaj, a Lucas Morten, de 40 años, y tres mujeres, quienes se presume que son las madres de varios de los niños rescatados.

“En 30 años como policía, nunca había visto algo así: los niños estaban flacos, con las costillas marcadas, hambrientos, con sed, sucios”, le dijo a ese medio Jerry Hogrefe, comisario del condado de Taos.

Este informe de Univisión relata la historia, que tiene consternada a la comunidad: