Cuando se pensó que estas personas iban a ser deportadas a Colombia, se conoció una nueva, y posiblemente falsa, acusación para mantenerlos apresados.

De acuerdo con el portal de Amnistía Internacional, la primera captura en septiembre de 2016 tuvo demasiadas irregularidades y no siguió el procedimiento legal adecuado.

Además, se han ensañado en mantenerlos tras las rejas, a pesar de que el 21 de noviembre de 2017 el Tribunal 27 de control de Caracas ordenó la libertad plena a los 59 acusados por falta de pruebas, detalla la misma organización.

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“Familiares de los detenidos advierten que esta decisión dejó en evidencia la falsedad de la acusación hecha por el Alto Gobierno de Venezuela y denuncian que lo ocurrido no solo violentó la libertad y la integridad de los detenidos, sino también su dignidad y reputación personal”, publica Amnistía Internacional (AI).

La periodista venezolana Beatriz Adrían ha seguido el caso muy de cerca y así informó la imputación de los supuestos delitos.

El grupo de 59 está compuesto por 58 hombres y una mujer, entre los 25 y 70 años. Todos residían en la capital de Venezuela y no se conocían entre sí, en el momento de la captura, explica AI.

“Nos maltratan también a nosotros cuando exigimos nuestro derecho a visitarlos y nos dicen que a los paramilitares ni agua. Sabemos que uno de ellos murió, pero no nos dicen en qué circunstancias”, dijo  Marbelis Roa, esposa de Luis Gabriel Villa Valdez, uno de los detenidos, a Amnistía Internacional.