El muay thai o boxeo tailandés, considerado como uno de los deportes de contacto más extremos, llegó al Quindío hace 4 años, momento en el cual Alex Javier Ortega Gualco, conocido como ‘Max Ortega’, llegó de su natal Ecuador para sembrar la semilla del que es conocido como el arte de las 8 extremidades.

Max creó una academia en Armenia, pero decidió replicar también este deporte entre los más jóvenes de un sector vulnerable y llegó hasta el barrio Las Colinas, donde ayuda a formar las futuras promesas del muay thai quindiano.

(Vea también: “Deportivo Cali te bailó sabroso”: memes golearon a Boca Juniors por caída en Libertadores)

Esta es la historia de cómo, a través del muay thai, Max Ortega ha cambiado la vida de muchos niños en Colombia.

¿Cómo llega el muay thai al Quindío?

“Este es un deporte tailandés, donde se lanza puño, codo, rodilla y patadas; llegó al Ecuador hace 13 años con la escuela Kamikaze Muay Thai Ecuador, ese país, que es mi tierra natal, me permitió conocer este deporte. En esta disciplina llevo cerca de 10 años, y en mi trayectoria gané competencias, hice proceso como instructor y como árbitro, y fui haciendo una carrera; más o menos a los 5 años de entrenar decidí venir a radicarme en Colombia, porque ya había tenido la oportunidad de conocer este país y me gustó mucho.

Cuando llegué lo que quería era seguir entrenando y compitiendo, pero, al llegar, me di cuenta que no había muay thai como tal dentro de las artes marciales;  entonces, con el nivel que yo tenía, decidí formar mi escuela en Armenia, comencé desde cero con la academia, trabajando dentro del coliseo del Café.

Empezar fue difícil, pero lo hicimos metiéndole corazón y de esos primeros entrenamientos salieron los primeros competidores, que tuvieron su primera pelea en Chinchiná, Caldas”.

¿Cómo inicia el proceso de formación en Las Colinas?

“Bueno, en el barrio Las Colinas ya llevamos alrededor de 3 años con el boxeo tailandés, y es que cuando yo llegué me llamaba mucho la atención este barrio, porque decían que era peligroso e inseguro y decidí entrar al barrio y una persona del Imdera, de baloncesto, me hizo el puente para ingresar al barrio.

(Vea también: Teófilo Gutiérrez se hizo cambio de ‘look’ a lo Yina Calderón y desata ola de memes)

Mi intención era ampliar el conocimiento del muay thai y llegar a más personas, y en este barrio empecé a dar unas clases con los niños y a trabajar con el proyecto Sport is your band —el deporte es tu banda—; con Mateo Arbeláez creamos la fundación después de un año de trabajar allí.

En este barrio no solo nos enfocamos en el deporte, sino también a la educación, y hay niños que compitieron y ganaron a nivel nacional, de ahí salió Valentina Betancourt, una niña de 14 años que es altamente talentosa y llegó a nuestros entrenamientos por coincidencia, solo queriendo acompañar a su hermana, y puedo decir que este deporte le ha cambiado la percepción de la vida, le ha dado nuevas oportunidades, y con ella viajamos a Brasil y logró traer una medalla de plata en ese campeonato, es uno de los mayores logros que hemos obtenido.

Aunque el proceso no ha sido fácil, nosotros seguimos constantes, siempre con la mirada en el futuro, motivados por hacer bien las cosas, y por seguir luchando por esos niños y por el deporte en Armenia, y más por esta disciplina que se ha hecho conocer dentro de la ciudad, en el Eje Cafetero y a nivel país, convirtiendo al Quindío en un buen referente del muay thai”.

¿Cómo influye el deporte en la vida de quien lo practica?

“Influye mucho en la vida de un deportista, le enseña que siempre hay que luchar, que debemos seguir adelante, alcanzar los sueños y metas, no solo en lo deportivo sino en la vida.

En cuanto a la conducta, forma mucho. Las personas que son muy rebeldes y tienen mala conducta conocen el muay thai y canalizan sus energías, liberan lo malo y se dan cuenta de que hay otros caminos, que todo es posible y que el deporte es la mejor opción para generar los cambios que tanto queremos, tanto en nosotros —física y mentalmente— y en la sociedad”.

¿Qué es el muay thai para los niños de Las Colinas?

“Con este deporte les hemos enseñado que siempre prima la responsabilidad, la actitud, la buena energía, y algo que tenemos dentro del proyecto es que a los mejores estudiantes de la fundación los becamos para que puedan acercarse a la academia y continúen su entrenamiento, dándoles esa motivación para que sigan luchando por sus sueños”.

¿Cuál ha sido la respuesta de los niños?

Yo siempre he dicho que todos en la vida podemos cometer errores, pero si alguien nos da una oportunidad de remediar, cambiar y seguir adelanteuno siempre va a buscar la manera de hacer bien las cosas; y con los niños de Las Colinas no es la excepción, ellos vienen de un lugar difícil donde quizás ven muchos problemas, violencia, consumo de sustancias, pero con el muay thai ven una salida, y es algo a lo que se pueden dedicar, porque si lo luchan lo pueden lograr.

Lee También

Son muchos los niños vinculados a este proceso —en cada entrenamiento recibimos 25 niños, algunos se ausentan 1 o 2 fines de semana, pero regresan—, y este espacio que abrimos cada domingo en la mañana directamente en el barrio, al lado de sus casas, es la forma de demostrarles que pueden salir adelante, quizás no solo es con el deporte, puede que en algún momento el deporte se acabe, pero queda la semillita de que los sueños se cumplen, siempre con esfuerzo y dedicación, simplemente la base de todo es soñar y luchar por eso”.

¿Qué talentos ha descubierto en este barrio?

“Los niños y niñas son muy talentosos, tenemos a una de ellas que es Valentina Betancourt y a Ailyn Morales, esta última tiene 12 años, lleva 2 años entrenando conmigo y puedo decir que ella nació para hacer muay thai o para ser una gran competidora, tiene todas las cualidades físicas y técnicas, ha sido campeona nacional varias veces.

Lo que nosotros buscamos es seguir apoyando los esfuerzos de cada uno de estos niños y jóvenes, ser un impulso para sus sueños y lograr conseguir el apoyo que necesitan como deportistas, mostrarles que hay muchas posibilidades para surgir”.