Mejía recuerda en su texto que el actual máximo rector de los clubes de fútbol en Colombia es por esencia político (aspiró a la Gobernación del Huila) y dice que “como buen político le gustan las apariencias y por eso se gasta una millonada en un nuevo logo y en cocteles y fiestas donde aparezcan puliditos y bien puestos los directivos”.
Pero según dice el periodista en su columna, los aires renovados que Perdomo le ha tratado de dar a la Dimayor con la creación de una nueva imagen, no pueden ocultar su realidad interna, que según él es la siguiente:
- La pelea del G-8: Los equipos grandes y los pequeños “están agarrados, divorciados, tirándose los platos y rompiendo vajillas… Se atacan de forma virulenta y amenazante”.
- Reclamos arbitrales: A causa de lo anterior, técnicos de equipos históricos como Deportivo Cali, Junior de Barranquilla y Atlético Nacional han protestado persecuciones arbitrales, cuando según Iván Mejía “durante años y años, esos clubes han sido visiblemente favorecidos en contra de los pequeños.
- El estado de las canchas: Algunas están peor que las que se utilizaron para inaugurar el campeonato de fútbol en Colombia hace 70 años.
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Bonito homenaje en el estadio de Neiva al Desierto de la Tatacoa pic.twitter.com/BB9RQW4Xfq
— Arena FPC (@ArenaFPC) 23 de octubre de 2016
- Desorden de la Liga: “Es incoherente en el calendario; los arbitrajes son una porquería en su gran mayoría y la pérdida de espectadores lo ratifican plenamente”.
Es así como el polémico periodista señala que “por más colorinches” que tenga el nuevo símbolo de la Dimayor, dentro de ella los muebles están rotos y las paredes sin pintura. De esta manera le sugiere a Perdomo que su mejor desempeño está en la política “donde se mueve como pez en el agua”.
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