En entrevista con Tuttosport, Lourenço contó varios secretos del astro portugués, entre ellos que entraba en llanto por no estar en su casa y que iba a un local esperando que le regalaran comida.
“Recuerdo como si fuera hoy cuando entró a su habitación a llorar después de hablar por teléfono con su familia. Estaba tan nostálgico que no podía soportarlo”, señaló.
Luego, sobre el episodio del restaurante, añadió: “Es verdad esa historia, él y otros chicos iban a McDonald’s para pedir las hamburguesas que sobraban”.
Por otra parte, destacó sus cualidades dentro y fuera de la cancha: “Era un niño muy respetuoso con los demás. Siempre quería entrenar y trabajar para mejorar. Tenía la actitud de un campeón”.
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“Nunca olvidaré su felicidad después del debut con el primer equipo del Sporting”, finalizó.
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