Qué significa ponerle a bebé el mismo nombre que la madre o el padre, según la psicología

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Escrito por:  Óskar Ortiz
Actualizado: 2024-12-19 15:15:15

Una de las determinaciones que se toman con los hijos al nacer se convierte en una huella importante, que puede dejar una marca muy notable.

Así como hay muchos análisis alrededor de las finanzas personales, existen múltiples interpretaciones detrás de la elección del nombre de un bebé haya un vínculo como homónimos con la madre o el padre.

¿Por qué hay personas que le ponen a los bebés el nombre de la madre o el padre?

Ponerle a un niño el mismo nombre que uno de sus padres es una elección que va más allá de la simple identificación. Esta decisión, cargada de simbolismo y significado, puede tener diversas implicaciones psicológicas tanto para el niño como para la familia.

Desde una perspectiva psicológica, esta elección puede interpretarse de varias maneras:

  • Homenaje y conexión: es una forma de honrar y perpetuar el legado familiar. El niño se convierte en un vínculo entre generaciones, fortaleciendo el sentido de pertenencia y continuidad familiar.
  • Proyección de expectativas: inconscientemente, los padres podrían estar proyectando en el niño ciertas cualidades, habilidades o aspiraciones que ellos mismos tienen o que asocian con ese nombre.
  • Identidad compartida: al compartir el nombre, se crea un lazo especial entre padre e hijo, fomentando una identidad compartida y una relación más estrecha.
  • Carga emocional: puede transmitir cargas emocionales asociadas al nombre, ya sean positivas (amor, admiración) o negativas (duelo, pérdida).

Sin embargo, también existen algunas consideraciones a tener en cuenta:

  • Presión y expectativas: el niño puede sentir una presión adicional para cumplir con las expectativas asociadas al nombre, lo que podría generar estrés o ansiedad.
  • Confusión de identidad: en algunos casos, compartir el nombre puede dificultar que el niño desarrolle una identidad propia y autónoma.
  • Comparaciones constantes: es probable que el niño sea comparado constantemente con su progenitor, lo que puede afectar su autoestima.

¿Qué significa poner dos nombres?

Ponerle dos nombres a un niño es una práctica común en muchas culturas y tiene diversos significados y simbolismos. Hay razones comunes para elegirlos:

  • Homenaje: se puede honrar a dos miembros de la familia, abuelos, tíos, o incluso a personas que han sido importantes en la vida de los padres.
  • Tradición familiar: en algunas familias, es una tradición ponerle dos nombres a los hijos, siguiendo un patrón establecido por generaciones anteriores.
  • Significado especial: cada nombre puede tener un significado especial para los padres, ya sea religioso, cultural o personal.
  • Variedad: a veces, se elige un nombre formal para ocasiones más formales y otro más cariñoso para el uso diario.
  • Protección: en algunas culturas, se cree que poner dos nombres protege al niño de malas energías o espíritus.

Implicaciones psicológicas

Al igual que poner el mismo nombre que uno de los padres, tener dos nombres puede tener diversas implicaciones psicológicas:

  • Identidad: el niño puede desarrollar una identidad más compleja y rica, al tener dos nombres que lo representan.
  • Flexibilidad: tener dos nombres puede ofrecerle al niño más opciones a la hora de elegir cómo quiere ser identificado.
  • Confusión: en algunos casos, puede causar cierta confusión, especialmente en la infancia, al tener que responder a dos nombres diferentes.

¿Por qué no es bueno poner el nombre del padre al hijo?

La decisión de ponerle a un hijo el mismo nombre que el padre es una elección personal que puede tener diversas implicaciones, tanto positivas como negativas. Sin embargo, existen varias razones por las cuales algunos expertos y padres deciden no seguir esta tradición:

 

  • Presión y expectativas: al compartir el nombre, el hijo puede sentir una presión inconsciente para cumplir con las expectativas asociadas a ese nombre, tanto dentro de la familia como en la sociedad. Esto puede causar estrés y ansiedad.
  • Dificultad para desarrollar una identidad propia: el niño puede tener dificultades para diferenciarse de su padre y desarrollar una identidad única e independiente.
  • Comparaciones constantes: es probable que el niño sea comparado constantemente con su padre, lo que puede afectar su autoestima y confianza.
  • Carga emocional: si el nombre está asociado a experiencias dolorosas o pérdidas en la familia, puede provocar una carga emocional adicional para el niño.

 

 

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.

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