“Si una mujer decide vender su virginidad, eso es trabajo sexual”: Catalina Ruiz Navarro
La feminista, filósofa y periodista explicó a El Espectador que el imaginario de la mujer virgen es un absoluto engaño, simplemente porque es un “concepto cultural sin mucha realidad ni experiencia física”.
“Vender la virginidad es como una especie de falsa información publicitaria. Es como cuando te venden cremas que tienen microesferas activas limpiadoras, porque la virginidad realmente no existe”, sostuvo Ruiz Navarro en un artículo del periódico que explora la comercialización de mujeres vírgenes a través de Internet.
La periodista, que se ha involucrado en debates muy serios sobre los derechos de las mujeres y su participación social, agregó que “es un absurdo hablar de virginidad porque no está exactamente definido qué es perderla”.
Se trata, según ella, de una ilusión arraigada en el imaginario popular y no es un fenómeno nuevo que se haya propagado a través de Internet, aunque este elemento le haya dado una connotación especial en los últimos años.
“La virginidad era casi como la única riqueza que podían aportar las niñas”, añadió la historiadora Claudia Avendaño, quien además explicó la importancia del valor transaccional de la virginidad femenina para la sociedad.
El Espectador aborda el fenómeno del ofrecimiento de mujeres dispuestas a entregar su virginidad por dinero y vincula las razones que, supuestamente, han impulsado el florecimiento de este millonario negocio con otro imaginario popular: el de un estilo de vida en donde todo se puede comprar con plata.
Pero, a su vez, Natalia Tamayo, la autora del artículo, plantea hacia el final del texto si los juicios de valor contra las mujeres, que deciden ofertar su virginidad al mejor postor, deberían extenderse también hacia los hombres que pagan por tener la exclusividad de estar con una mujer “pura e impoluta”, pese a que esto también parte de una falsedad histórica.
Temas Relacionados:
Recomendados en Vivir Bien
Te puede interesar
Sigue leyendo