Harán otro examen a hija de general para saber si la mataron, como dice su familia

Aunque Medicina Legal ya estableció que María Andrea Cabrera murió por una mezcla letal de éxtasis y alcohol, su padre, el oficial retirado Fabricio Cabrera, señaló desde un principio que detrás de este caso hay manos criminales.

Incluso, el abogado Jaime Granados, que representa a las víctimas, señaló en rueda de prensa este viernes que “María Andrea no consumía drogas”, y que por eso la hipótesis que manejan es que la droga “fue puesta en su bebida por sus acompañantes”.

A raíz de esta sospecha, El Tiempo conoció que la Fiscalía ya les pidió a los peritos del caso que realicen un nuevo examen más detallado al cuerpo de la joven, de 25 años, para establecer si se abre una investigación por homicidio.

“Esto lo confirma una evidencia testimonial, que así lo indica, que terceros colocaron el éxtasis en su bebida y que esa sustancia, no consumida voluntariamente, generó la intoxicación que produjo su deceso”, argumentó Granados.

Personal del laboratorio de criminalística ya tiene en su poder “16 entrevistas y cinco videos” de cámaras de seguridad que servirán de apoyo en la investigación, agrega el medio capitalino.

Los hechos en los que la joven periodista murió se registraron en la madrugada del pasado domingo 4 de febrero, en un bar ubicado en la calle 84 con carrera 13, en Bogotá.

De acuerdo con las versiones iniciales, contenidas en un documento judicial, la joven estuvo departiendo primero con varios amigos (3 mujeres y 4 hombres) en un restaurante del norte de Bogotá, y hacia las 00:30 de la madrugada se trasladaron a un “amanecedero” de la misma zona.

Fue allí en donde María Andrea empezó a mostrar los primeros síntomas de la intoxicación, y aunque fue llevada a un hospital horas después, llegó sin signos vitales.

Granados no mencionó los nombres de los hombres, pero el documento judicial los identifica como “Jaime Esparza, Luis Miguel Flórez, un joven de apellido Ladino y un cuarto hombre del que no se tienen datos”.

Las otras mujeres presentes eran María Carolina Daza, Johanna Cano y Lina María León.

Familiares y amigos la recuerdan como una joven alegre, carismática y muy dedicada a su carrera profesional.