Giro en asesinato de mujer embarazada en Soacha; no se trataría de un caso de extorsión
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Autoridades siguen nuevas pistas en el brutal crimen que conmocionó a ese municipio de Cundinamarca. La víctima, de 23 años, se ganaba la vida vendiendo tintos.
La brutalidad del asesinato de Natsabari Liyela Malaver, una joven embarazada de siete meses en Soacha, deja una huella de indignación y tristeza en la comunidad.
(Vea también: “Me enceguecí”: habló mamá que asesinó a su hija de 2 años y confesó cómo lo hizo)
Este crimen, ocurrido el 26 de julio cuando dos sicarios dispararon a la cabeza de la mujer en plena calle, pone en evidencia la situación de riesgo que enfrentan los trabajadores informales en la zona.
Natsabari Liyela Malaver, de 23 años y madre de un niño de seis, se ganaba la vida vendiendo tintos. La familia sospechó que los responsables eran sicarios vinculados a un grupo que extorsiona al sector del transporte informal y la venta ambulante.
Sin embargo, para las autoridades, esta hipótesis cobra cada vez menos importancia por los resultados preliminares de las investigaciones. En primer lugar, según informó El Tiempo, testimonios indican que la mujer no se encontraba en su puesto habitual, porque estaba cubriéndole el turno a una amiga.
Además, se le sigue la pista a dos sujetos, además de los sicarios, que habrían estado en la escena del crimen. Pese a esto, tampoco se encuentran pistas de que se trate de un feminicidio, de acuerdo con el rotativo.
No obstante, la justicia sigue trabajando para esclarecer los hechos y encontrar a los culpables, ante la insistencia de la familia Malaver de que se haga justicia y el caso no quede impune.
Ahora, las autoridades han redoblado sus esfuerzos por aclarar este crimen tan doloroso, que evidencia el riesgo y las amenazas constantes que enfrentan los trabajadores informales en la zona.
Médicos intentaron salvar bebé de mujer embarazada asesinada en Soacha
La joven, quien se dedicaba a la venta informal de tintos para sostener a su familia, fue atacada a plena luz del día por sicarios que le dispararon en la cabeza. Según el testimonio de un familiar cercano, aunque fue trasladada al Hospital Cardiovascular de San Mateo, llegó sin signos vitales.
El personal médico, en un esfuerzo desesperado por salvar la vida del bebé que esperaba, intentó practicarle una cesárea de emergencia, pero lamentablemente el bebé tampoco sobrevivió.
La víctima tenía un niño que apenas inicia su proceso escolar, quien quedó ahora bajo el cuidado de primera infancia, enfrentando no solo el trauma emocional de perder a su madre, sino también un futuro incierto.
Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han instado al Estado a brindar acompañamiento psicosocial y protección integral al menor, al tiempo que reclaman que este crimen no quede impune.
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