Melania volvió a aparecer en público, pero lejos de Trump

La primera dama de Estados Unidos asistió en la noche del martes al primer discurso del Estado de la Unión que dio su esposo en el Congreso, en lo que es su primera exposición luego de la polémica por la supuesta relación del presidente con una actriz porno.

Melania llegó al Congreso para la importante intervención del mandatario sola, con lo que rompe la vieja tradición de la pareja presidencial de llegar juntos a rendirle cuentas al órgano legislativo. Con eso aumentan las especulaciones sobre una posible crisis matrimonial.

BBC informa que la primera dama llegó sola al edificio del Congreso porque estaba acompañando a invitados de honor de la Casa Blanca. Eso, sin embargo, hace que aumente el número de días en los que no se ha visto a Melania junto a Trump, distancia que inició luego de los rumores por el supuesto pago que el presidente le habría hecho a una actriz porno para que callara sobre una relación que habrían sostenido ambos hace varios años.

Trump entró al recinto del Congreso entre calurosos aplausos, y su esposa lo saludó con una sonrisa y un saludo con la mano desde la distancia. Lejos de eso, tanto Barack Obama como George W. Bush llegaron junto a sus esposas, Michelle y Laura, respectivamente, para cada uno de los discursos del Estado de la Unión que ofrecieron en sus períodos presidenciales (entre ambos examandatarios dieron un total de 16 discursos ante el Congreso).

La lejanía de Melania fue descrita por Kate Andersen Brower en una columna de The New York Times hace unos días como un “silencioso radicalismo” por parte de la primera dama, que inició cuando ella optó por no mudarse a Washington después de la posesión de su esposo como mandatario estadounidense.

Tal radicalismo, dice la escritora en el ‘Times’, en parte ha consistido en cambiar la noción que los estadounidenses tienen de su arcaico cargo, cuyo trabajo no está definido y por el que no recibe ningún pago. Y menciona la ausencia de Melania en el Foro Económico Mundial, al que Trump asistió solo: habría sido muy bueno para la imagen de él que su esposa lo hubiera acompañado. Pero, “¿a ella le importa? Probablemente no”.