Bombardeos de Estados Unidos no habrían destruido programa nuclear iraní, según informe
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Varios medios estadounidenses dieron a conocer un documento que contradice la versión del presidente Donald Trump sobre el éxito de la operación.
Los Servicios de inteligencia de Estados Unidos, en un reciente informe, concluyeron que los recientes ataques aéreos contra instalaciones nucleares en Irán solo lograron retrasar el desarrollo del programa atómico de ese país durante algunos meses, pero no lo destruyeron por completo, como aseguró el presidente Donald Trump.
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El documento, elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), fue clasificado como confidencial, aunque su contenido fue filtrado a la prensa, provocando una ola de reacciones políticas y diplomáticas.
Los ataques se llevaron a cabo la madrugada del domingo en coordinación con Israel. Las operaciones incluyeron bombardeos a instalaciones clave en Fordow, Natanz e Isfahán.
Según el reporte citado por varios medios estadounidenses, y recogido por AFP, las fuerzas norteamericanas emplearon bombarderos B-2 y misiles antibúnker GBU-57 para atacar objetivos profundamente enterrados, mientras un submarino lanzó misiles de crucero contra un tercer blanco.
Sin embargo, las evaluaciones iniciales indican que las instalaciones subterráneas no fueron completamente destruidas y que las reservas de uranio enriquecido no se perdieron.
El informe señala que las explosiones bloquearon accesos y causaron daños significativos, pero no comprometieron de manera irreversible las capacidades nucleares de Irán.
Donald Trump contradice al informe difundido en medios norteamericanos
Esta versión contrasta con la narrativa oficial impulsada por Trump, quien aseguró en su red social Truth Social que los sitios nucleares “están completamente destruidos”. El exmandatario también acusó a medios como CNN y The New York Times de “desprestigiar” lo que calificó como un “éxito militar espectacular”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la existencia del informe, pero lo desestimó por completo, calificándolo como “totalmente erróneo” y lamentando que un documento clasificado como “top secret” haya sido filtrado a la prensa. “Todos saben lo que pasa cuando lanzas catorce bombas sobre sus objetivos: aniquilación total”, escribió en su cuenta de X.
Desde el Pentágono, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, respaldó la versión presidencial y afirmó que el programa nuclear iraní había sido “devastado”. No obstante, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, fue más cauto al declarar que los bombardeos causaron “daños extremadamente graves”, sin confirmar que el programa hubiese sido desmantelado por completo.
La controversia se trasladó al Congreso. Varios legisladores demócratas expresaron su preocupación por la falta de transparencia, luego de que se cancelara de manera abrupta una sesión informativa sobre el ataque. Algunos calificaron la situación de “inaceptable” y exigieron explicaciones oficiales, mientras otros advirtieron sobre el uso de acciones militares sin la debida autorización legislativa.
¿Qué dijo Irán sobre ataques de Estados Unidos?
Irán, por su parte, aseguró haber tomado medidas para garantizar la continuidad de su programa nuclear. Un asesor del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, declaró que el país aún conserva reservas de uranio enriquecido suficientes para mantener sus planes atómicos. El gobierno iraní denunció el ataque como una violación de su soberanía y reiteró que su programa tiene fines civiles.
Israel también defendió la operación. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que los ataques conjuntos con Estados Unidos “hundieron” la capacidad nuclear de Irán, y advirtió que actuarán nuevamente si se detecta una reactivación del programa. El 13 de junio, Israel había lanzado una ofensiva aérea sin precedentes contra objetivos iraníes, tras acusar a Teherán de intentar dotarse de armamento atómico. Irán lo niega y sostiene que solo busca desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
Mientras tanto, este martes se mantenía en vigor un frágil alto el fuego, anunciado por Trump después de doce días de hostilidades entre Israel e Irán. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada militar en la región, mientras organismos como la Agencia Internacional de Energía Atómica evalúan posibles consecuencias en términos de seguridad y proliferación nuclear.
Aunque los ataques representaron una demostración de fuerza significativa, el informe filtrado pone en duda su eficacia estratégica. En lugar de destruir el programa nuclear iraní, parece que solo lo postergaron. Esta realidad plantea interrogantes sobre los límites de la acción militar y sobre la necesidad de replantear las vías diplomáticas en un conflicto que amenaza con reactivarse en cualquier momento.
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