Los jefes tienden a asignarles más carga laboral a esas personas que cumplen muy bien sus labores, por lo que terminan agobiándolas, según un artículo publicado en Journal of Personality and Social Psychology y reseñado en revista Semana.

De esta manera, los jefes consiguen que sus mejores empleados se sometan a presión excesiva, pues se comparan con los demás empleados. En el peor de los casos, esos buenos empleados terminan renunciando a las empresas, truncando sus carreras y privando al empleador de alguien capacitado.

Los investigadores que elaboraron el artículo recomiendan a quienes tienen personas a cargo hacerles saber lo bien que hacen su trabajo, resaltando su productividad, y asignarles la cantidad de trabajo justo.

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