Hernández-Mora, también columnista de El Tiempo, solo este año ha dedicado varios de sus escritos a denunciar y exigir claridad sobre diversos casos relacionados con víctimas de la guerrilla. En sus textos también manifiesta su abierta oposición al proceso de paz entre el Gobierno y las Farc.

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“Crítica acérrima de Juan Manuel Santos, […], Hernández-Mora no ha compartido nunca el proceso de paz que persigue el actual gobierno. Sus columnas en el periódico […] El Tiempo son amadas y odiadas a partes iguales, pero no dejan a nadie indiferente, y se han convertido en lectura obligada de la sección dominical en el país cafetero”, dice en uno de sus apartes un perfil sobre la periodista publicado por El Mundo, de España.

“En los últimos tiempos, ha sido visceral contra el acuerdo de paz que se negocia en La Habana entre […] las Farc […] y el Gobierno de Juan Manuel Santos, a quien dirige cada domingo gran parte de sus misiles […]. Otros de sus ataques más recientes han ido contra el Eln […] por no liberar a los secuestrados y por su escasa voluntad de diálogo ante el posible inicio de unas conversaciones con la segunda guerrilla del país”, agrega El País, de España, sobre Hernández-Mora.

En una de sus más recientes columnas en El Tiempo, Hernández-Mora criticó a la revista Semana y al Gobierno por descalificar la forma en que el general Jorge Arturo Salgado, comandante de la Séptima División del Ejército, se refirió al Eln tras el rescate de dos conductores secuestrados. El alto oficial tachó a los guerrilleros de “terroristas, extorsionistas, parásitos”, lo cual fue calificado por la publicación como una “andanada”, bajo el título ‘El alto calibre verbal de un general contra el Eln’.

Hernández-Mora respaldó los apelativos del general Salgado y repasó cada palabra que usó: “Terroristas: se trata de personas que causan terror por medio de una acción violenta con el objetivo de alcanzar un fin determinado. Montar un retén en una vía, obligar a pasajeros y conductores a salir de los vehículos a punta de fusil, quemar una mano de automotores y secuestrar a dos personas por el delito de laborar como mulas es un acto terrorista aquí y en Sebastopol”.

Sobre ‘extorisonistas’: “Pedir plata a cambio de la vida y la libertad de una persona es extorsionar, chantajear; por tanto, quien lo practica es extorsionista”. Y sobre ‘parásitos’: “Dícese de seres que sobreviven sin hacer nada a costa del esfuerzo del semejante. Vacunar campesinos, ganaderos, profesionales y comerciantes que trabajan de sol a sol, pedirles una cantidad por cada peso que obtienen con sumo esfuerzo, es llenarse los bolsillos a costillas de su sudor”.

En otra de sus columnas, Hernández-Mora ironiza sobre una frase de alias ‘Pablo Beltrán’ (a quien, además, cataloga como “cómplice” de Nicolás Maduro) para justificar el secuestro: “Nosotros no tenemos la posibilidad de acceder al crédito internacional”, dijo el cabecilla guerrillero, y la columnista completa esa idea afirmando que “por eso cobran rescates. Por eso extorsionan. Por eso trafican con coca. Por eso cuidan y expanden las minas ilegales de oro”.

En suma, añade Hernández-Mora, el Eln sigue delinquiendo “porque el mundo financiero internacional les cerró las puertas […], otra injusticia del capitalismo planetario que combaten a su manera: asesinando soldados y policías colombianos, anegando de petróleo nuestra Naturaleza, secuestrando y arruinando compatriotas, sembrando minas para mutilar y matar nacionales, reclutando niños infelices de estas tierras”.

Ese es el tono de la periodista colombo-española para con el Eln. De hecho, cuando comenzó a referirse este año al grupo guerrillero escribió esta nota al final de otra de sus columnas: “Santos dedica tiempo a informarse sobre la búsqueda de restos de Camilo Torres para agradar a ‘Gabino’, jefe del Eln. Pero no tuvo un minuto esta semana para la mamá de Moncho Cabrales, cinco meses secuestrado por esos terroristas. ¿No son las víctimas el eje de sus negociaciones?”.

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