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La migración de millones de colombianos ha logrado que con base en las remesas que ellos envían sus familias logren una mejor forma de vivir. Juliet Ramírez es una compatriota más quien el 24 de este mes cumplirá un año desde que viajó desde Risaralda a Italia con el propósito de darle a su niña de 12 años y a su hijo de 10, un modo de subsistencia diferente.
La vida es frágil, pero los colombianos se distinguen por ser una estirpe fuerte y la protagonista de esta historia no es diferente. A sus 35 años, los médicos le dijeron a Juliet que tenía una pequeña masa en el útero y que necesitaba tratamiento de radioterapia, pero el viaje estaba encima, el dinero de los ahorros ya estaba invertido y no le daba tiempo, entonces recurrió a la medicina homeopática de la que obtuvo buenos resultados, porque el dolor desapareció por completo, relata su mamá doña Nelsy Ramírez.
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Llegó a Italia y trabajó por tres meses de maravilla, pero el día menos pensado un dolor que no tenía nada que ver con la afectación anterior apareció en su espalda y los médicos le dijeron que había aparecido una masa en los pulmones, le hicieron las sesiones de radioterapia y quedó bien de nuevo.
Volvió a enfermar y la mejor opción fue buscar la compañía de su hermana que se encontraba radicada en Alicante, España, país en el que Daniela Ospina la pasó mal. Ahora a sus 36 años, Juliet ocupa una cama hospitalaria en la Unidad de Cuidados Paliativos, a más de 7.000 kilómetros de sus pequeños hijos que están en Dosquebradas. Su diagnóstico no es favorable, pero su voluntad es infinita, por lo que lucha contra viento y marea para ganar la batalla al cáncer.
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Doña Nelsy necesita llevar a sus dos nietos a este reencuentro y también traerlos de regreso, pero eso cuesta casi $ 20.000.000, por tal motivo es que se ha creado un fondo para la recolección del dinero que le permitirá a ella y a la niña mayor viajar. El pasaje del niño será cubierto por el padre, quien también le firmará el permiso para salir del país. Mientras tanto Juliet duerme junto a su Biblia a la que se aferra por momentos, como narra su hermana, quien no la desampara.
En el Consulado ya están enterados de la situación y están prestos a ayudar desde el momento en que ellos muestren los tiquetes desde Colombia a Fuerteventura, cada uno por $ 4.000.000 en Iberia. Con la fe que mueve montañas y la esperanza que esta familia nunca pierde, se ha creado el fondo.
Los sueños de estas hermanas cambiaron, ya no son un buen trabajo a jornada completa, una residencia temporal o un alquiler de larga estancia, sino que los niños crucen corriendo por la puerta para abrazarlos, el nuevo sueño de esta hermana es ver que se cumpla el de Juliet. Van dos largos meses desde la hospitalización de la risaraldense, ella lucha desde el primer día a contracorriente, y entre dolores, y rescates de morfina, su fortaleza de madre viene ganando a la metástasis. No hay dinero que pueda comprar una vida, pero sí que ayude a cumplir un sueño. En nombre de toda la familia quieren agradecer enormemente todos los donativos que se hagan en https://gofund.me/0914c1d7
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