Aunque la idea de la legisladora era la de señalar a Parques Nacionales como la entidad responsable de que el oso de anteojos (especie en vía de extinción) ataque al ganado que pasta en su territorio, el trino le salió por la culata por una evidente mala redacción.

Valencia, que no desaprovechó la oportunidad para provocar un enfrentamiento entre ‘antisantistas’ y ‘antiuribistas’, no reconoció su error (aunque redactó un comunicado tratando de explicar su posición con respecto al oso andino), pero enfiló las baterías contra quienes reaccionaron por su tuit:

Las respuestas han llegado desde diferentes sectores, principalmente de Parques Nacionales, y en todos ellos sobresale el tono ácido y crítico contra la senadora.

Valencia se mostró indignada por la respuesta de la entidad y de inmediato  acudió al argumento político preferido en esta clase de debates:

Sin embargo, a través de Twitter los usuarios reaccionaron en favor del oso de anteojos y se hizo viral la campaña  a la que también se unieron otras entidades estatales como el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Comercio y todo tipo de organizaciones ambientales, artistas y ciudadanos haciendo popular el símbolo de la protección al oso andino:

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