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Periodista     Ene 17, 2024 - 9:14 am

En muchos países del mundo se reconoce a Colombia como la cuna de grandes historias que han sido aclamadas en la literatura, el cine y la televisión, por citar algunos ejemplos.

(Vea también: El susto que pasa supuesta ilustradora colombiana de Ghibli; dice que su vida corre riesgo)

Las mentes de Gabriel García Márquez, con sus ‘100 años de soledad’, y de guionistas y directores como Mario Ribero, de la célebre cinta ‘El embajador de la India’, dieron para crear mundos fantásticos que, curiosamente, retratan la idiosincracia colombiana y aquello que algunos llaman, equivocadamente, “folclor”.

@pulzocolombia 🤥🎦 La barranquillera Geraldine Fernández aclaró su participación en la pelicula ‘El Niño y la Garza’, ganadora de un Globo de Oro, y afirmó que “exageró”. Su mentira le valió miles de críticas en redes sociales. #studioghibli #GeraldineFernandez #elniñoylagarza #fyp ♬ Neutral background music03_Press, Politics, Wars, Economics, Incident, Accident, Explanation, Journalism, Report, Global Crisis(1261752) – Ney

El relato admirable de Geraldine Fernández, barranquillera que afirmó haber trabajado en Studios Ghibli, productora de la eminencia del anime en el mundo, Hayao Miyazaki, se tomó las primeras planas en Colombia y ocasionó todo tipo de aplausos y reconocimientos.

Fernández engañó no solo a varios medios del país, sino que también lo hizo con universidades a las que asistió para contar su falsa proeza, creadores de contenido a los que les contó una y otra vez la historia de su trabajo en la película ‘El niño y la garza’ en la que, según comentó, había hecho ilustraciones de casi 30 minutos del total de la cinta.

Eso hizo que se anunciara con bombos y platillos que una connacional había ganado un Globo de Oro siendo, como ella misma se autoproclamó, “la colombiana” de Miyazaki, una de sus manos derechas entre los ilustradores que hicieron parte de la galardonada cinta.

A la barranquillera, que trabaja en la empresa Tecnoglass desde hace más de 6 meses, se le cayó el castillo de naipes cuando en redes sociales Cristian Daes, director de esa compañía, y otros usuarios descubrieron que ella no aparecía en los créditos de la película, que no conocía al maestro del anime y, lo que parece peor entre todas las tristes mentiras que dijo: que su portafolio profesional tenía trabajos que robó de otros creadores y que ella continúa diciendo que son propios.

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Decir mentiras para engañar a los medios, a los colombianos y al mundo entero, se convirtió en un deporte nacional. Ya en el pasado, el país se había sonrojado al conocer otras historias fantásticas que crearon revuelo, pero que terminaron revelando el lado B de sus protagonistas, uno muy oscuro sobre los graves problemas de la salud mental en Colombia (en algunos casos), o del deseo de timar a como dé lugar.

¿Cuál es la lista de las mentiras más grandes de Colombia?

La ‘barriga de trapo’

Casi 27 años atrás, Liliana Cáceres, conocida como la ‘barriga de trapo’, fue descubierta en una mentira que le cambió la vida. Ella fingió un embarazo múltiple, de 9 niños, ocultando en su barriga trapos para simular su estado de gestación.

Su ‘carretazo’ trascendió las calles del barrio Nueva Colombia de Barranquilla y fue noticia nacional vendida como algo nunca antes visto. Su mentira cayó cuando una psicóloga y el equipo médico de un centro asistencial encontraron que su panza estaba rellena de ropa vieja.

El sastre del papa

Un día cualquiera, Luis Abel Delgado, un sastre nariñense, afirmó que era quien vestía a los papas Benedicto XVI y Francisco. El hombre quiso meter el cuento de que su trabajo era el preferido por tan importantes personajes del mundo.

La historia de Delgado perdió sus hilos con un correo electrónico emitido por el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, al Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini, negando el trabajo del colombiano. Según comentó el Espectador, en una nota publicada el 31 de octubre de 2013, todo fue inventado por el sastre nariñense.

Un festival de cine nacional que prometió a Quentin Tarantino

El Festival de Cine de Barranquilla iba a tener en su edición de 2019, supuestamente, al afamado director de cintas como ‘Kill Bill’ y ‘Pulp Fiction’.

Luego de que su visita fue anunciada con pompa en medios de comunicación, la organización del evento comentó que todo resultó ser un truco promocional’ y un acto de ‘bacanería’ currambera, como parte de una estrategia de mercado para atraer las miradas y dar a conocer su festival.

El ‘Príncipe Fred’, que intentó engañar a exalcalde de Medellín

El supuesto alto dignatario, que realmente se llama Fereidoun Khalilian, fingió ser miembro de la familia real de Abu Dabi, con el fin de colarse en el ‘jetset’ mundial y, por supuesto, en Colombia le copiaron.

El ‘Príncipe Fred’ conquistó a una mujer colombiana con sus supuestos lujos y hasta tuvo dos encuentros fugaces con el exalcalde Daniel Quintero, con el fin de presentarle algunos proyectos que quería llevar a cabo en esa ciudad. A Khalilian se le frenó el Ferrari, luego de que agentes del FBI lo arrestaran por, presuntamente, ordenar el asesinato del cineasta Juan Esco, quien trabajó en el pasado para el supuesto empresario y producía un documental sobre su vida.

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‘El país de nunca jamás’, de Carlos Marín

Tampoco se pueden dejar pasar alocados episodios como el contrato que firmó el Alcalde de Manizales, Carlos Marín, con un país inexistente llamado Liberland.

Marín firmó un memorando de cooperación para enseñar inglés a 5.000 personas de la capital caldense, a través de un video publicado en sus redes sociales, pero cuando que cuando se volvió viral por lo disparatado de la situación, él decidió bajar de inmediato.

La colombiana que se estaba formando como astronauta

Giovanna Ramírez, una ingeniera electrónica de Bogotá,  también dejó sorprendidos a los colombianos afirmando que estaba formándose para ser la primera astronauta nacional.

Se autodenominó como astronauta análoga, aunque nunca demostró tener la formación real para ir al espacio y, de hecho, ningún colombiano etá preparado para ese tipo de misiones, comentó la Nasa.

Además, quedaron en las memorias de los colombianos el meteorito que cayó en Las Gardenias, en Barranquilla, que resultó siendo producto de una publicidad y hasta la invención del supuesto título del Junior con el magnífico ‘celébralo, curramba’, que da cuenta de las mentiras que, repetidas varias veces en colectivo, se convierten en realidad.

En cada una de las historias anteriores, los mentirosos terminaron cayendo y quedaron sumidos en el olvido tras sus pocos minutos de brillo en el país. Esos relatos fantasiosos también demuestran que a los colombianos nos falta lectura crítica, capacidad de separar lo que se ve en las novelas y pasa en la vida real y, pro supuesto, no comer tanto cuento.

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