Angie Del Valle Ruiz Valbuena llevaba apenas 21 días viviendo en Barranquilla, en donde trabajaba medio tiempo como mesera en una pescadería. El resto de la tarde, según el portal Al Día, la joven madre salía a “vender dulces en el semáforo de Murillo con la carrera 1, frente a Metrocentro”.

El anhelo de Angie, de 27 años, era reunir dinero suficiente para enviarle a su familia en Venezuela, pues allá están sus dos hijos de 6 y 4 años. Pero el domingo en la noche murió atrapada entre las llantas del articulado que cubría la ruta S1 (sentido norte-sur).

“Ella esperaba que el semáforo estuviera en rojo para ofrecer chicles, maní y chocolates a los conductores. Fue en el instante en que contaba el dinero de un cliente, en pleno carril del solo bus, cuando la arrolló el vehículo”, contó a ese medio Yanetzy Piña, compatriota de la víctima.

Piña asegura que su amiga y familiar no tenía ganas de salir a rebuscársela  ese día, pero que de un momento a otro se animó tal vez pensando en las necesidades de su familia.

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Por su parte, la empresa Transmetro sacó un comunicado en el que lamenta lo sucedido y explica qué pudo haber ocasionado el mortal accidente.

“Según testigos, el bus habría pasado el semáforo en verde y más de 20 metros después de la cebra, la joven mujer atravesó la vía sin percatarse que venía el articulado, pues caminaba en medio de los carros…”, apunta la información.

La víctima llegó a Barranquilla junto a su pareja, Jean Carlos Piña, y dos compatriotas más.

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