Por insólito que pueda parecer, el general Mariano Botero buscará quedarse en su cargo como director del Inpec, pese a haber sido destituido por el presidente Iván Duque por el escándalo de las salidas de Carlos Mattos de la cárcel La Picota.

El funcionario presentó una carta de desistimiento a la renuncia que había radicado el pasado dos de marzo. Es decir, renunció y, tras asesorarse, decidió arrepentirse de salir del cargo, lo que abre una batalla jurídica con el Ministerio de Justicia. 

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En el documento, publicado por Caracol Radio, el general anunció que demostrará su inocencia. Además, aseguró que su renuncia fue apresurada y que podría dar pie a equivocadas interpretaciones sobre su honorabilidad y el servicio que desde la institución policial ha prestado. 

Botero explicó que por cuenta de la Ley de Garantías, “no es permitido solicitar o aceptar renuncia a servidores de la rama ejecutiva, aún aquellos de libre nombramiento y remoción, toda vez que esta causal deriva del ejercicio de la facultad discrecional del nominador e implica la modificación de la nómina estatal”.

Por su parte, el Ministerio de Justicia manifestó que aceptó su renuncia el pasado 3 de marzo, por lo que ya no es posible aplicar el desistimiento de la decisión. 

Como clara muestra de que es una decisión tomada, el ministerio señaló que el actual director es el coronel Joaquín Medrano, quien quedó encargado tras la salida de Botero, y que en los próximos días será posesionado el general Tito Yesid Castellanos. 

En ese sentido, el Minjusticia analizará la situación jurídica y espera poder mantener la decisión de apartar de su cargo a Botero por las salidas injustificadas de algunos presos.