La última vez que el grupo de cinco buzos se sumergió en las profundas aguas fue el miércoles en la tarde, y desde ahí nadie volvió a saber del equipo. Horas después a uno de ellos, de origen extranjero, lo encontraron atrapado en un arrecife y con señales de hipotermia.

Pero fue solo hasta el viernes cuando hombres de la Armada Nacional y de la Fuerza Aérea rescataron a Jorge Iván Morales y a Hernán Darío Rodríguez. No obstante, Érica Vanesa Díaz y el buzo instructor Carlos Jiménez siguen desaparecidos.

Después de superar esta difícil prueba, Rodríguez contó en Caracol Radio por qué se separaron de sus compañeros y cómo lograron sobrevivir:

Una primer corriente nos separa varios metros, pero pensamos que pronto nos iban a recoger. Luego vimos muchos tiburones en la zona y decidimos sumergirnos de nuevo aprovechando que teníamos bastante aíre”.

Hasta ahí, dice, los cinco seguían agrupados. Entonces, de manera sorpresiva, una fuerte corriente los golpeó y todos se separaron.

“Gracias a Dios nos encontramos con Jorge, porque el otro buzo pudo nadar hasta una roca (…) El agua arrastró a Carlos y Vanessa a unos 500 metros de nosotros”, agrega el hombre, a la emisora.

En la entrevista radial, Rodríguez dice que lo primero que hicieron con su compañero fue “amarrar una boya” para que el agua no se los llevara, ya que había momentos en que se quedaban dormidos del cansancio.

Tomamos bastante agua de mar. Eso fue terrible. Es lo peor que uno puede hacer en altamar, porque esto hace que uno se deshidrate y que le dé diarrea y vómito. A mí me pasó eso en la primera noche. Yo sabía que me estaba deshidratando”.

El hombre dice que están vivos gracias al instinto de supervivencia, pues les tocó luchar contra los embates de la naturaleza. Y aunque dice sentir pánico cuando recuerda lo que pasó, no se arrepiente de las maravillas que observó y cuenta que volvería a hacerlo, pero no en estos días.

La búsqueda de las otras dos personas continúa.

Escuche la entrevista completa.

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