El bochornoso incidente protagonizado por Martín Mejía en su propio municipio sigue teniendo versiones encontradas.

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Armando Escobar, abogado del gobernante, especuló indicando que su defendido se habría intoxicado,se presume que con alcohol adulterado”, y que por eso había actuado así.

Entre tanto, Érika Soto, novia del alcalde desde hace 5 años, aseguró que el hombre se portó de esa manera por una sobredosis”. Lo particular fue que cuando le preguntaron de qué sustancia se trataba, la mujer respondió: “No sé”.

Lo cierto es que Martín Mejía no ha dado la cara aún, pese a que su escándalo ocurrió el domingo 9 de abril de 2023, pues se encuentra en la Clínica Imbanaco de Cali, a la que fue 24 horas después del escándalo, según reveló su propia pareja.

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Juan Benítez, propietario del establecimiento, manifestó que le duele que el alcalde, al que consideraba su “amigo”, por haber trabajado para él cuando este estaba en campaña, ahora lo señale mediante su abogado de haberle suministrado licor falsificado para así limpiar su nombre.

“No puedo permitir que por salvar lo que les queda de alcaldía, vengan a destruir mi capital. Si el licor estaba adulterado, por qué a todos los que estaban con él no les pasó nada. Es triste que pese a la amistad que tenía conmigo, no le importa llevarse al que sea por delante con tal de solucionar su problema”, manifestó.

Además, el dueño del establecimiento aseguró que si se hubiera presentado una situación anómala, el alcalde no hubiera rechazado la presencia de las autoridades en el lugar.

“En las cámaras de seguridad quedó registrado cuando llamé a la Policía y él no se quiso ir con los agentes. Otra persona lo recogió. Tengo mi consciencia tranquila”, detalló.

Y enfatizó en que el gobernante “llegó borracho” a su local, dando a entender que si consumió alguna bebida que lo afectó, lo hizo en otro lugar.

En video, las palabras del empresario:

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En unas ferias y fiestas pasadas, el hombre subió en aparente ebriedad a tarima para tratar no de la mejor manera a la población, llamarse a sí mismo “ladrón” y ordenar que le dieran tequila.