Exactamente, el dedo se perdió en el bar del Downtown Hotel. Terry Lee trabaja en el establecimiento, y según dijo, cuida con mucho celo todos los dedos donados para los cocteles, y los mantiene en sal. En este caso, el perdido era un dedo gordo del pie, informa Alaska Dispatch News.

El robo ocurrió el fin de semana pasado, y Lee culpa a un hombre que entró al bar y pidió uno de los curiosos cocteles. Entonces, el encargado de despachar el pedido se dio la vuelta, y el sujeto desapareció.

“Tenemos un nombre. Tenemos dos testigos. Este hombre es un gran problema”, dijo Lee.

La policía local confirmó el jueves que estaba investigando el caso, pero Coralee Reid, portavoz de la institución, se negó a dar un nombre específico del sospechoso y solo se limitó a decir que había una pesquisa en curso. No supieron, hasta poco después, del dedo perdido que, a pesar de no ser el único que tenía el bar, habitualmente se usa para preparar varios cocteles (de hecho, se pone dentro del vaso con licor, pero no se come).

Ante el robo, el hotel donde ocurrió difundió un cartel en Facebook en el que mostraba el dedo perdido y ofrecía una recompensa a quien diera información de su paradero:

Cartel
Cartel / Cartel, vía ADN

El artículo continúa abajo

Pero más allá de la historia del robo, suscitó especial atención el hecho de que haya un coctel que incluya un dedo deshidratado y momificado de pie humano. La página de Dawson City, antes de recomendar valentía para adornar el trago, comparte los elementales ingredientes para la curiosa (¿e impresionante?) bebida:

  • Una onza (mínimo) de alcohol.
  • Un dedo deshidratado.

Luego cuenta los orígenes de coctel: se remonta a la década de 1920, cuando los hermanos Louie y Otto Linken iban en una de sus entregas transfronterizas de ron. En un momento, se encontraron con una fuerte tormenta de viento, por lo que Louie optó por meterse al hielo para ayudar a los perros que halaban del carruaje.

La excesiva exposición al hielo hizo que el dedo gordo de Louie se congelara. Para prevenir una gangrena, Otto optó por amputarlo usando un hacha de leñador (y, según cuenta la página, un poco de ron como anestesia). Para conmemorar la inesperada pérdida del dedo, los dos optaron por preservar el dedo en una jarra de alcohol.

Años después, el capitán Dick Stevenson encontró el dedo, y en ese momento quedó establecido el Club del coctel Sourtoe. Desde entonces, al menos 10 dedos han sido adquiridos… o mejor, 10 personas decidieron donar sus dedos para aderezar la bebida.

Y de vuelta al caso del dedo perdido, poco tiempo después apareció, pues fue enviado a su lugar de origen por el supuesto ladrón con una nota en la que se excusaba por haberse llevado el dedo, según él, de forma involuntaria, pues dijo haber bebido demasiado ese día. El hombre firmaba la nota como “Tonto borracho”, destaca el mismo medio.