La Policía halló el 17 de octubre los cuerpos de Fernando Manrique, de 44 años; María Claudia Lutz, de 43; y sus dos hijos autistas, Elisa de 11 y Martín de 10, dentro de su vivienda en el barrio de Davidson, en el norte de Sídney, en un caso considerado como un homicidio-suicidio.
Familiares de los Manrique-Lutz, que viajaron desde Colombia y Estados Unidos, acudieron a la ceremonia celebrada en una iglesia católica, que lució en su altar un tarro con pinceles en alusión al gusto por la pintura de los dos menores.
Loved ones farewell Manrique-Lutz family in Wahroonga today. Photos: @ShooterWol pic.twitter.com/McZzQWIbWY
— SMH Photography (@photosSMH) October 31, 2016
“Debemos encontrar la paz y la aceptación en nuestros corazones”, expresó la familia en un comunicado recogido por la agencia local AAP.
Los familiares indicaron que para ellos el luto “no es fácil y la exposición solo exacerba el dolor”, a la vez que instaron a tomar conciencia sobre la presión económica, social y financiera que tienen las familias con niños discapacitados.
Sobre los ataúdes de las víctimas se colocaron coronas fúnebres con flores de Australia y Colombia.
Los restos serán incinerados durante la jornada de hoy antes de ser enviados a su país natal.
EFE
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