A esto se suma que la compañía podría pagar hasta 1,6 millones de dólares por este mismo motivo a los familiares.

El año pasado el número de víctimas por esta causa fue de 2.310, según informó el Ministerio de Trabajo en Japón, publicó BBC Mundo.

Karoshi es la palabra que en japonés significa ‘muerte por exceso de trabajo’ y desde 1987 los japoneses empezaron a recopilar estadísticas sobre este flagelo, que al principio empezó a reportar un par de cientos de casos al año, pero en la actualidad ya se habla de miles, recuerda el portal.

De acuerdo con el Consejo Nacional en Defensa de las Victimas de Karoshi, la verdadera cifra puede llegar a las 10.000 víctimas anuales, más o menos el número de personas que mueren cada año en accidentes de tránsito, señala el medio británico.

Algunos expertos indican que después de la Segunda Guerra Mundial los japoneses eran los que tenían las jornadas de trabajo más largas del mundo, y aunque después de la posguerra las empresas niponas mejoraron las condiciones del obrero, a mediados de los 80 el crecimiento económico se disparó y provocó lo que se conoce como una “burbuja económica”, relata BBC.

Cerca de siete millones de personas mantenían una agobiante carga de 60 horas semanales de trabajo. Para entonces había suficientes muertes de trabajadores de cuello blanco por sobrecarga laboral.

Cuando la burbuja de la economía estalló en los 90, la cultura del trabajo en exceso empeoró aún más  y el karoshi alcanzó proporciones de epidemia, dice la nota.

Un grupo de investigadores encontró que aquellos que trabajan 55 horas a la semana tenían un tercio más de probabilidad de sufrir infarto que aquellos que trabajaron menos de 40 horas.

Según el informe, los japoneses ya no son los que más horas extras tienen, pues el trabajador estadounidense laboró más que el nipón. Y el ranking en este campo lo lidera México.

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