El juez encargado del caso consideró que, además de la falta del hombre, el burro era algo más que una evidencia, por lo que lo condenó a ser vendido en una subasta pública, informa Inside The World.

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Sin embargo, la mala suerte del burro no terminó ahí: en la venta no se encontró un comprador que estuviera dispuesto a pagar los 150 dirhams (14 euros) que se pedían por él. Por eso, el presidente de la comuna rural tuvo que quedarse con él.

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Este no es el único caso en que la justicia marroquí ha actuado en contra de un burro: hace algunas semanas, otro ejemplar de esa especie fue capturado y llevado en una grúa por, según las autoridades, haber cometido una infracción de tránsito.

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