Lucía, de 90 años, se niega a dejar su hogar, a pesar de que en la actualidad no vive tan tranquila como antes, pues el constante y duro ruido de las máquinas retroexcavadoras son el pan de cada día en la avenida Ponce de León, publica el diario Miami Herald.

Lucía y su hijo, Orlando, solían disfrutar sentados a la sombra del árbol de mango. Pero el polvo, los ruidos y el riesgo de que una grúa los atropelle han convertido el patio en una tortura. Su casa es la última en esa zona, donde se construye The Plaza Coral Gables, un complejo comercial, al cual le han invertido 600 millones de dólares, explica el rotativo estadounidense.

La familia cubana ha rechazado ofertas que llegan hasta los 900 mil dólares (Más de 2.800 millones de pesos) por su casa de tan solo 120 metros cuadrados, dos habitaciones y dos baños, detalla ese medio.

“Esta casa era nuestro sueño americano… Cultivas raíces. Adquieres recuerdos. No puedes ser codicioso o pierdes tu alma”, dijo Orlando Capote a Miami Herald, luego de explicar que sus padres perdieron su vivienda en Cuba después de la revolución de Fidel Castro.

Lucía dijo que desde que murió su esposo, Orlando Sr., en 2005 a los 80 años, ha rechazado alrededor de 35 ofertas por su casa.

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“Esto es hogar. ¿Qué precio puede poner en casa?… La gente me dice que estoy loco, soy terco. Pero aquí nos gusta. Mi padre amaba esta casa. Todavía lo puedo ver trabajando en el patio”, añadió el hijo de los cubanos.

Todos los vecinos que se mudaron recibieron millonarias sumas que van desde los 500 mil dólares hasta 1,2 millones. Orlando Jr. Contó que, incluso, cuando su papá todavía estaba vivo (enfermo en un hospital) llamaron a su madre y la amenazaron luego de rechazar una oferta de 650 mil dólares. “Te asfixiarán en concreto, morirás y te pudrirás en esa casa, y nadie lo sabrá”, fue lo que le dijeron a Lucía, explica el periódico de Miami.

“No quiero perderlo, al igual que perdí a mi esposo. Puedes imaginar lo que estoy pasando, cómo estoy sufriendo… Trabajamos duro para conseguir el dinero para comprar esta casa”, expresó Lucía Capote mientras miraba con algunas lágrimas a su hijo.

Cuando el centro empresarial esté terminado, la casa de los Capote estará rodeada por un estacionamiento de 7 pisos en el lado oeste y un estacionamiento de 10 pisos en el lado este. Además, se verá minimizada por un hotel al otro lado de la calle y casas adosadas en la parte de atrás, finaliza Miami Herald.