Aunque Froome podría correr hasta que no se resuelva su caso positivo por salbutamol durante la pasada Vuelta a España, el Tour quiere evitar que, como en el reciente Giro de Italia, una eventual victoria del mismo pueda quedar sujeta a revisión en cuanto se cierre la investigación.

La carrera se apoya en la normativa de la Unión Ciclista Internacional (UCI) que concede la facultad de rechazar la participación o excluir a un equipo o a uno de sus miembros si su presencia puede dañar la imagen o la reputación del ASO o de la prueba.

‘Le Monde’ apuntó que el Sky ha remitido la decisión ante la sala arbitral del Comité Nacional Olímpico y Deportivo (CNOSF), donde la audiencia tendrá lugar este martes y al día siguiente, 4 de julio, se conocerá su decisión.

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Aunque ese dictamen podría ser apelado ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), el diario ve poco probable que éste pueda pronunciarse antes del inicio del Tour, que partirá el próximo sábado de Noirmoutier-en-l’Ile, en la región francesa de Países del Loira (oeste).

Se presente o no a la audiencia del martes, Froome, ganador del Tour en 2013, 2015, 2016 y 2017, deberá estar asistido por un abogado francés, porque ésta se desarrollará en ese idioma, añadió el diario.

‘Le Monde’ destacó que de momento el Sky es el único equipo extranjero que todavía no ha comunicado sus integrantes para esta edición.

Este jueves, el corredor británico reiteró en una entrevista en ‘Sky Sports’ que, aunque comprende la importancia del caso en el deporte, cree que tiene derecho a competir e insiste en que no ha hecho nada malo.

“Para mí sería muy difícil no correr, sabiendo que no he hecho nada ilegal”, indicó en esa cadena.

Froome debe demostrar aún la presencia del doble de la cantidad permitida de salbutamol en su organismo tras la decimoctava etapa de la Vuelta a España 2017. En caso de sanción, podría perder cualquier triunfo desde la fecha de la ronda ibérica.