ICBF lanza alerta: entre $1.000 y $4.000 estarían cobrando por tener relaciones con niños

La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Lina María Arbeláez, denunció este sábado la existencia de más de 800 casas webcam a través de las cuales se estarían explotando los niños en varios municipios de Colombia.

Según la funcionaria, se estaría pagando ese dinero por abusar sexualmente a los menores, especialmente migrantes.

Hay “entre 800 a 1.000 casas donde se está dando el sexo por supervivencia contra niños, niñas y adolescentes. Tenemos información que se ha llegado hasta cobrar entre $ 1.000 y $ 4.000 por quienes tienen sexo con los niños, esto es absolutamente inaceptable”, sostuvo Lina María Arbeláez en una rueda de prensa. (Vea también: Un millón de niños quedaron huérfanos por culpa del COVID-19, según The Lancet)

La encargada del ICBF también explicó, en el marco de un evento en Norte de Santander, que las autoridades ya están detrás de los criminales que están atentando contra la dignidad y el respeto de los derechos de los niños. “Nuestra Policía, nuestro Ejército y toda nuestra institucionalidad va a ir por ellos”, señaló.

Abuso sexual contra niños en Colombia

El rechazo contra este delito también surgió recientemente desde Unicef, que a través de un informe concluyó que 9 de cada 10 adolescentes abusados sexualmente conocían a su agresor en Colombia. (Por si le interesa: A 30 años de la Constitución de 1991, millones de niños no tienen beneficios allí escritos)

El ICBF, por su parte, dio a conocer cifras que asustan aún más sobre los casos de abuso sexual contra los niños y niñas en el país. Según Arbeláez, la entidad abrió más de 28.000 procesos para restablecer derechos de los menores víctimas de algún tipo de violencia.

“El registro incluye 14.226 casos de violencia sexual, el 84 por ciento de ellos contra niñas. Este año, entre enero y mayo, recibimos 14.233 casos de violencia, 6.991 por violencia sexual”, informó la directora, citada por El Tiempo.

La funcionara fue enfática en decir que la mayoría de los abusos se dan por personas cercanas al núcleo familiar de los menores.