“Álvaro Uribe ha quedado desubicado desde que las Farc dejaron de hacer atentados”

La afirmación es de María Jimena Duzán, en su columna de Semana, al comentar el trino del expresidente después del atentado contra la Escuela General Santander.

Ese trino (“Qué grave que la Paz hubiera sido un proceso de sometimiento del Estado al terrorismo!”) viene despertando todo tipo de reacciones, pero ocupó especialmente la atención de varios editoriales de importantes medios del país.

Duzán se suma al análisis de lo dicho por el líder del Centro Democrático y considera que “las emociones encontradas que libera un atentado como el perpetrado contra la Escuela General Santander sirven también de excusa para que los partidarios de limitar las libertades democráticas y de la mano dura se sientan a sus anchas”.

“Eso parece estarle sucediendo al expresidente Álvaro Uribe, quien ha quedado desubicado desde que las Farc dejaron de hacer atentados y se convirtieron en partido político”, escribe Duzán, y sostiene que “detrás del polémico trino […] se adivina un afán por capitalizar los miedos en beneficio propio”.

La columnista concluye que “lo que sugiere Uribe es que la culpa de este carrobomba no es del que la puso sino del acuerdo de paz porque se le entregó el país al terrorismo”, y ahí descalifica al expresidente: “Qué mezquindad de trino y qué ganas de torcer la historia y los hechos”.

“Aprovechar esta atmósfera de confusión y de dolor para simplificar deliberadamente las cosas con el propósito de reencauchar los dogmas de la seguridad democrática como si el país no hubiera cambiado en estos últimos diez años es una actitud ruin e indigna de un expresidente”, agrega en una columna que será difundida este domingo, cuando la sociedad colombiana saldrá a las calles para rechazar la violencia y el terrorismo.

En el cierre de su escrito, Duzán iguala a Uribe con el Eln por considerarlos (ambos de polos radicalmente opuestos) iguales frente a una perspectiva histórica: “Colombia cometería un grave error si cede a esa manipulación […]. Hay que evitar que se utilice este difícil momento para que nos cambien la agenda del país y se nos devuelva a la cultura de la guerra […]. Este país cambió. Lástima que ni Uribe ni el Eln se hayan dado cuenta”.