Char da brinco a la presidencia del Senado, pero no escapa del fantasma de Aída Merlano

El senador Arturo Char fue elegido para dirigir esa corporación por un año en medio de cuestionamientos por acusaciones que hizo la prófuga excongresista.

Char Chaljub fue elegido por votación este lunes y contó con el respaldo de los partidos políticos tradicionales, que siempre le ratificaron su apoyo pese a los líos judiciales que tiene en la Corte Suprema de Justicia, que lo citó a versión libre dentro del proceso que le adelanta por la fuga de la condenada excongresista Aída Merlano.

Justamente el senador le pidió a la Corte, por medio de su abogado, que le diera un tiempo para preparar la diligencia en la que tendrá que responder preguntas relacionadas con los hechos que rodean la fuga de Merlano, el primero de octubre de 2019, y el magistrado Francisco Farfán Molina decidió acoger la solicitud y la aplazó para el próximo lunes 27 de julio.

La diligencia, según dijo al alto tribunal en un comunicado, es de versión libre y tiene que ver con las declaraciones que entregó Merlano en entrevista con Vicky Dávila, en Semana, hechos que “estarían estrechamente relacionados con las conductas de posible corrupción electoral en indagación preliminar contra el congresista”.

Char también deberá responder por su “presunta intervención en el delito de fuga de presos”, pues la prófuga excongresista reveló en la conversación, del pasado 17 de febrero, que Arturo Char y su familia, así como el clan de los Gerlein, la “ayudaron” en la huida.

“[…] y es que yo logro escaparme de los raptores; o sea de las personas que ayudaron a fugarme, porque sí, yo me fugué de una clínica con la ayuda, como lo dije anteriormente, de la familia Char y la familia Gerlein”, manifestó.

No obstante, los partidos políticos que respaldan al nuevo presidente del Senado se basan en que Merlano sí está condenada por delitos electorales, que se encuentra huyendo de la justicia y que actualmente estaría protegida por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Así las cosas, será la justicia la que se encargue de aclarar esta situación, pero lo cierto es que el fantasma de Aída Merlano seguirá persiguiendo al senador.