Se vienen cambios (grandes) en el Banco de la República; Gobierno Petro le echará mano

En una reciente entrevista con Bloomberg, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dejó clara la intención del Gobierno Petro de reestructurar el Banco de la República, buscando integrar a economistas jóvenes con ideas frescas.

“Queremos un relevo generacional”, afirmó Bonilla, destacando la importancia de introducir nuevas voces en la formulación de políticas, incluyendo un mayor número de mujeres. Aunque no se han definido los cambios exactos, dos de los miembros de la junta deberán ser reemplazados antes de febrero.

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Cabe recordar que el presidente Gustavo Petro ha manifestado en repetidas ocasiones su descontento con la actual política del Banco Central, que se ha resistido a reducir las tasas de interés con mayor celeridad.

Según Bonilla, la actual postura del Banco de la República ha sido un obstáculo para la reactivación económica. El Gobierno espera que, con los nuevos nombramientos, la política monetaria pueda volverse más flexible sin perder de vista la estabilidad inflacionaria.

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Sin embargo, algunos economistas temen que esta renovación de la junta pueda derivar en una relajación excesiva de la política monetaria, justo cuando la inflación comienza a moderarse. El mes pasado, la inflación se desaceleró al 6,1%, el nivel más bajo desde 2021, aunque sigue por encima del rango objetivo del 2% al 4%.

Otro punto crucial de la entrevista fue la eliminación de los subsidios al combustible, que el Gobierno espera completar antes de 2026. Bonilla reconoció que este ha sido un tema espinoso, provocando disturbios recientes cuando el aumento en el precio del diésel llevó a bloqueos de carreteras por parte de los camioneros.

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No obstante, aseguró que el Gobierno negociará con el gremio para ajustar los costos de fletes y renovar el parque automotor, retomando el alza en 2024.

Respecto a las finanzas públicas, Bonilla advirtió que el débil crecimiento económico y los ingresos fiscales por debajo de lo proyectado están afectando la posición fiscal del país. Aunque el presupuesto de 2025, valorado en $523 billones, requiere aumentos de impuestos, el ministro aseguró que los recortes de gasto solo serían una opción si el Congreso no aprueba a tiempo el proyecto de ley de financiamiento que incluye impuestos a los ricos y las emisiones de carbono.

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“Recortar el presupuesto no está entre nuestras primeras opciones”, puntualizó. Además, defendió la llamada “enmienda verde”, una propuesta que permitiría al Gobierno aumentar el gasto en proyectos ambientales sin restricciones, argumentando que es necesario para enfrentar el cambio climático.