De acuerdo con Bloomberg, ninguno de los 23 millones de residentes de Taiwán se contagiaron de coronavirus desde el pasado 12 de abril, aunque las autoridades anunciaron que esta semana llegaron 3 personas infectadas.
Sin embargo, esos contagiados llegaron al país asiático provenientes de Filipinas, EE. UU. e Indonesia, detalla el mismo medio.
En medio de la segunda ola mundial del coronavirus, donde Estados Unidos superó los 9 millones de infectados y muchos países europeos están volviendo a las cuarentenas obligatorias, los ciudadanos de Taiwán viven tranquilos y dentro de la normalidad.
Por el momento, esa isla ha registrado tan solo 553 casos confirmados y 7 muertes por el virus, a pesar de su cercanía con China.
¿Cuál fue la estrategia de Taiwán para controlar al coronavirus?
Los expertos, citados por Bloomberg, argumentan que el cierre temprano de fronteras y la regulación estricta de viajes aéreos y terrestres fueron factores importantes para frenar la propagación de la COVID-19.
Además, hicieron rigurosos seguimientos a los primeros contagiados y su círculo social, la primera y única cuarentena fue controlada tecnológicamente y desde el inicio hubo obligatoriedad del uso del tapabocas, detalla esa agencia.
Para que las personas permanecieran en confinamiento, Taiwán proporcionó comida, entregó alimentos a su población e incluso tuvo contacto social a través de un robot al que llamaron ‘Line Bot’.
Sin embargo, el papel más importante fue la conciencia de los taiwaneses, que cumplieron a cabalidad todas la normas, teniendo en cuenta el sufrimiento que pasaron con el SARS.
“Taiwán es el único país importante que hasta ahora ha logrado mantener eliminada la transmisión comunitaria de COVID-19”, dijo a Bloomberg Peter Collingnon, médico de enfermedades infecciosas y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Australia.
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