El joven decidió compartir su experiencia a través de las redes sociales para comprobar si un cambio en su dieta podría mejorar el estado de su piel, pues a pesar de haber estado en un tratamiento invasivo de antibiótico, su aspecto volvió a cambiar y a estar peor que nunca.

El primer ajuste que hizo, y que atribuye fue el que mayor resultado le dio, fue dejar todos los productos lácteos (leche, queso, yogur), aumentar el consumo de agua, verduras y evitar los alimentos con altos niveles de azúcar, grasas y carbohidratos simples como el pan.

Después de tan solo algunas semanas, Turner empezó a notar que su piel estaba más limpia, de modo que los cambios en su dieta sí estaban dando resultado y por eso ha sugerido a sus seguidores comer entre 10 y 16 porciones de vegetales, tomar varios vasos de agua al día, dejar por completo lo lácteos y mantener una dieta vegana.

Sobre esto, el dermatólogo Gary Goldenberg está totalmente de acuerdo, pues considera que los lácteos que no son orgánicos, contienen altos niveles de esteroides, hormonas y antibióticos que alteran el balance hormonal del cuerpo, aumentando el riesgo de sufrir de acné.

También recomienda reducir el consumo de azúcar presente en dulces y grasas saturadas.

Estas son algunas imágenes que muestran la evidente transformación que mejoró por completo el estado de la piel del joven, después de años de inseguridad con su cuerpo y a una serie de procedimientos estéticos y médicos para reducir las marcas del acné.