Sin embargo, las consideraciones de los ingenieros indican que es importante tener en cuenta que hace 33 años, cuando se registró la catástrofe de Armero, no se tenía un sistema de alertas como el que se tiene hoy en día, lo que podía disminuir al máximo las pérdidas de vidas humanas.

Por eso, lo más importante es que los habitantes que están en los municipios del área de influencia del proyecto sigan creyendo en las alertas. “Lo que puede pasar aguas abajo es muy grave, entonces es importante que la gente sepa que si EPM declara una alerta de que hay que evacuar, hay que evacuar”, explicó Ortega, en Blu Radio.

Para empezar, las imágenes que se vieron en las últimas horas de empleados huyendo de varias corrientes y pulsos de agua son consecuencia del colapso del túnel de desviación que sale de la casa de máquinas del proyecto de Hidroituango. Según Ortega, esas centrales “no se diseñan para que funcionen sumergidas”, sino que operan en condiciones secas, y eso generó los problemas de este miércoles.

Ese túnel “le devuelve el agua al Cauca más abajo. Y entonces como ese túnel colapsa, la mayor parte del agua sigue saliendo por los otros túneles de casa de máquinas, que se llena de agua y empieza a salir por la entrada vehicular”.

Ortega explicó que ese colapso “significa que el agua no tiene por donde salir y va a seguir subiendo el nivel del río Cauca hasta llegar a la presa y como la presa no está lista, va a pasar por encima y la puede destruir. Hay que esperar que la presa suba para que el agua pase por el vertedero, que es la estructura que se diseña para eso”. Añadió preocupado:

“Si se daña la presa y se desborda el río Cauca, la tragedia de Armero es una caricia. Es un gran poder destructivo. No quiero imaginarme qué puede pasar”.

Atención de la emergencia

“Lo bueno es que hay tiempo, mientras esto sucede. Si la presa se rompe, hay más o menos una hora y media en que llegaría a puerto Valdivia, que sería el primer pueblo; y más o menos unas cinco horas para llegar a Caucasia. Hay tiempo suficiente para evacuar a comunidades y atender la emergencia en las debidas proporciones”, señaló por su parte el ingeniero geólogo de la Universidad Nacional, Oswaldo Ordóñez, en Caracol Radio.

Con Ortega y Ordóñez coincidió el consultor para este tipo de proyectos José Hilario López, en la misma emisora:

“Si la presa no soporta, puede pasar una cosa peor que Armero. Pero en Armero la gente no tenía un sistema de alarmas ni estaba preparada para eso. En este momento tenemos un plan organizado de contingencia y de manejo de esa eventualidad. Por eso hay que apoyar los esfuerzos que están haciendo EPM y autoridades en Medellín”.

Y puntualizó: “Después de Chernobil, en 1986 en Rusia, según mi opinión, esta sería la segunda catástrofe de ingeniería en el mundo en toda su historia”.

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¿Qué pasa si la presa se rompe?

Entre tanto, Ordóñez indicó que hizo una simulación sobre ese escenario y encontró que la situación es “catastrófica”. Por ejemplo, “en Caucasia subiría 10 metros el agua y posiblemente tendría una afectación perpendicular a la línea del río de más o menos 10 kilómetros. Entonces, es una cosa de unas dimensiones muy grandes, si colapsara”.

Aseguró que si la presa se daña y el cauce del río se desborda, podría llegar hasta el río Magdalena, aunque a ese punto llegaría solo agua. “Todo el lodo y piedras de lo que se destruye llegaría básicamente hacia Tarazá, porque en Tarazá y el sector de Puerto Antioquia el río se amplía, entonces perdería su capacidad de carga a nivel torrencial con el que baja”.

Sin embargo, agregó que pese a que “solo transportaría agua” se tendría un aumento en los cauces del río Magdalena, que sería preocupante en esta época “porque está con niveles como 5 metros por encima de los normales. Lo ideal es que no se sume a un invierno alto, porque ahí sí sería una tragedia de dimensiones mayores”.

Ordóñez dijo que además hay que considerar todos los escenarios posibles, pues en este tipo de proyectos se deben tener varios planes de contingencia, y explicó cuál sería el peor escenario de esta situación:

“Yo no estoy diciendo que ya el proyecto murió, pero hay que pensar en el caso extremo de que hubiera que destruir la presa controladamente. Ese es el peor escenario que hay que tener y que todos los proyectos hidroeléctricos lo tienen. También está la creciente máxima que se da cada 500 o 1.000 años, pero que no se sabe cuándo. Esas crecientes acaban con todo, entonces también hay que tener planes y mapas diseñados para saber cuál sería el área de influencia de destrucción de la presa”.

En ese sentido, los expertos señalan que un posible desbordamiento “se lleva todo esos municipios” y que “en el futuro pueden venir más avalanchas”. López añadió que “todas las laderas aledañas al embalse, desde Ituango hasta Liborina, están amenazadas por deslizamientos. Eso hay que estudiarlo con cuidado. Haya o no haya embalse”.

¿Qué se necesita para superar la emergencia

Los ingenieros también relataron los escenarios en los que se puede salvar el proyecto y lo que se necesita para lograr esto.

López indicó que se necesita levantar “la presa hasta un nivel por encima de los 410 metros del nivel del mar, es decir, sobre el nivel del vertedero, que es un canal abierto, y si EPM lo hace, la presa está salvada. Si no se logra subir y el embalse sigue subiendo, preparémonos para lo peor, así nos sobrepasemos en alarmas”. También dijo que para terminar la presa faltan entre 7 y 9 metros de construcción y solo así se puede estar “100 % seguros de que no se va a caer la presa”.

Ortega, por su parte, coincidió en que si se logra terminar la presa, que es una montaña de roca de más de 200 metros, se termina el peligro. El problema es que el agua está bajando por los accesos vehiculares y eso retrasa terminarla.

También explicó que si los túneles de la casa de máquinas siguen operando bien y no se tapan para mantener niveles bajos, no va a pasar nada. Pero hasta que eso pase no se habrá superado la emergencia. “Se va superar cuando la presa pase el agua por el vertedero, se pueda secar la casa de máquinas y se puedan hacer reparaciones. Todavía está en un estado crítico”, indicó.

Por último, los expertos coincidieron en las emisoras en que “una presa como estas funciona como el cuerpo humano: cualquier cosa que se les haga a las arterias puede desencadenar una cosa mucho peor y en este caso sería el ataque directo a la casa de máquinas, y ya en una cosa extrema sería el ataque a la presa”, según Ordóñez.

Es decir que “Hidroituango como proyecto está en riesgo porque si el agua supera la presa sin que esté listo el vertedero se daña el proyecto, o si colapsa la casa de máquinas”, agregó Ortega.

Por su parte, López sentenció:

“Si se va la presa, había que revaluar la posibilidad de volver a construir todo. No soy autoridad, soy académico con más de 50 años de consultor en centrales hidroeléctricas, pero me atrevería a opinar que sería muy difícil pensar en ese mismo proyecto para reconstruirlo”.