“Me pegó en repetidas ocasiones. La primera vez habíamos tenido una discusión banal y él, de repente, se salió de casillas y me empezó a pegar puños en la cara; me cogió contra la pared, me cogió del pelo. Como pude, logré escaparme y llamar al portero para que me ayudara”, contó Torres, en entrevista con Noticias Caracol.

Sanclemente, entonces, “arrancó el citófono de la pared”: “Yo, como pude, salí de mi apartamento”, agregó.

Después de ese episodio, el agresor le pidió perdón y ella accedió. Sanclemente le organizó una velada romántica, un mes después, en las afueras de Bogotá. Sin embargo, el hombre volvió a portarse con violencia:

Esto fue lo que le dijo Torres al respecto en Noticias Caracol:

“Cuando llegué a la habitación, tenía fresas, vino, una tina llena de pétalos, y nos metimos en la tina y a mí me dio sueño y yo me quedé dormida…

Cuando yo me despierto, me despierto a almohadazos porque Camilo estaba completamente enfurecido. Me encerró en el baño para decirme todo tipo de insultos…

Yo pensaba: ‘Este hombre me va a matar’. Yo gritaba: ‘¡Auxilio”’. [Sanclemente] me tiraba cosas, se pegaba puños a él mismo, zapatazos, y después me decía: ‘Mírame, me estas pegando’. Le decía: ‘Tú te estás pegando a ti mismo’…

Yo salí corriendo y él iba detrás de mí y me decía: ‘Perdóname, yo no hice nada’… Y cuando yo le dije: ‘Camilo, no más’, me empezó a pegar otra vez”.

Sanclemente volvió a pedir perdón y ella volvió a perdonarlo, pero le puso condiciones: “Si esto medio vuelve a suceder, si algo medianamente parecido, como que tú me subas la voz, yo ya no puedo”, le dijo Torres.

Pero el hombre la agredió de nuevo. Sucedió en una fiesta de matrimonio donde él se emborrachó, pese a que le prometió que no tomaría:

Cuando íbamos en el carro, se emberracó, me pegó en la cara y cogió la mazorca desgranada, me la restregó por toda la cara y me bajó del carro”.

“El tipo paró, se regresó, me quitó el celular de la mano y se fue”, añadió Torres.

La joven, finalmente, no se aguantó más. Por eso, después de conocer que Sanclemente había agredido a otra mujer, se dio a la tarea de encontrar otras víctimas.

Torres, por ejemplo, descubrió que el agresor ha ido más allá de los golpes para maltratar a algunas.

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