Por: W RADIO

Noticias de Colombia y el mundo: entrevistas, internacional, economía, política y deportes.n

Este artículo fue curado por Luis Bello   Ago 31, 2023 - 6:14 pm
Visitar sitio

Desde 1999, el Museo Nacional de Colombia comenzó a pensar escenarios más accesibles e incluyentes para las personas con discapacidad. Por esa época surgió el ‘Museo a la vista de todos’, un programa dirigido a personas ciegas que incorporó piezas táctiles, información en braille y audios para que las personas pertenecientes a este grupo poblacional pudieran disfrutar de ciertas piezas y exposiciones.

Tiempo después llegó la reproducción tridimensional de objetos emblemáticos de la colección y una alianza con el Museo Louvre, de Francia, para la instalación de exposiciones sensoriales.

(Vea también: ¡Confirmado! Tarjetas débito y crédito para personas con discapacidad visual en Colombia)

Tatiana Quevedo, museóloga y actual coordinadora del programa Comunidad, Accesibilidad e Inclusión del departamento de Acción Educativa y Cultural del Museo Nacional, explica que fue con esos primeros pasos que comenzaron a darse cuenta de que la accesibilidad no era una meta, sino un valor.

“Si voy a hacer un centro comercial o un parque, pues estamos todos juntos, no diseñamos solo parques para personas ciegas. Ese es el fin último de la inclusión, que al final nos permitió que el museo dejara de pensar únicamente en función de nichos poblacionales, es decir, un taller para cada comunidad. Pasamos a ser más multisensoriales”, explica.

Las adecuaciones a la planta física que se hicieron entre 2009 y 2010, la señalización y la formación del personal llevaron a que hace algunos años fuese posible la vinculación de personas con discapacidad en calidad de mediadores. Su participación ha hecho que el museo deje de segmentar los espacios y actividades para personas con y sin discapacidad.

Con la adaptación de la infraestructura y la capacitación del personal, el Museo Nacional alcanzó un valor agregado para sus exposiciones al incorporar un componente de experiencias sensoriales que termina beneficiando a personas con y sin discapacidad. | Foto: cortesía Tatiana Quevedo
Con la adaptación de la infraestructura y la capacitación del personal, el Museo Nacional alcanzó un valor agregado para sus exposiciones al incorporar un componente de experiencias sensoriales que termina beneficiando a personas con y sin discapacidad. | Foto: cortesía Tatiana Quevedo

Tatiana cuenta que aún hay espacios enfocados únicamente en dicha población, sin embargo, existe una mayor interacción entre los asistentes, ya que una persona con discapacidad auditiva, visual o perteneciente al espectro autista puede ser guía durante cualquier recorrido.

(Lea también: Feria de empleo en Bogotá: habilitaron 2.000 vacantes para personas con y sin discapacidad)

Para ser mediador en el Museo, primero se debe cursar un programa de formación durante un año. Una vez culminado el programa, la persona puede postularse a convocatorias para trabajar en exposiciones temporales o permanentes. Recientemente se conocieron varias ofertas de empleo para personas con discapacidad.

Actualmente el Museo Nacional cuenta con ocho personas con discapacidad vinculadas con un empleo en calidad de mediadores. Históricamente han participado catorce personas. Además de liderar los recorridos y talleres, Tatiana explica que también participan en la estructuración de todas las políticas y adaptaciones que se hacen en el museo, siguiendo, así, el principio universal de “Nada sobre nosotros sin nosotros”.

“Siempre se busca que cuando se hace la contratación de mediadores haya un cupo para la comunidad con discapacidad. El Museo adapta las estrategias de comunicación para que las convocatorias efectivamente les lleguen a estas comunidades”, comenta la funcionaria.

(Vea también: Por qué las mujeres sufren más migrañas que los hombres: causas, síntomas y tratamiento)

Para ella, además, esas “adaptaciones especiales” que se hacen para las personas con discapacidad al final terminan representando una oportunidad para que los demás asistentes interactúen con texturas, olores y sonidos, algo que normalmente no va incluido en las experiencias museológicas.

Lee También

Con este programa, el Museo Nacional trabaja para demostrar que sí es posible convivir en espacios como iguales a pesar de las diferencias cuando se utilizan los sentidos que sí se comparten. Su meta es que, a futuro, ya no tenga que existir un área de Comunidad, Accesibilidad e Inclusión, sino que el tema haga parte de la normalidad del museo y de la sociedad.

“Llevamos más de veinte siglos entendiendo a las personas con discapacidad como una minoría, infantilizándolos o viéndolos con ojos de misericordia. Con este espacio en el museo siento que ya nos vemos como un todo colectivo, no como una sociedad segmentada”, concluye.

Lee todas las noticias de nación hoy aquí.