La decisión fue tomada por un juez de la URI Puente Aranda, occidente de la capital, donde permanecía retenida la mujer, informó Caracol Radio.

La indiciada quedó en libertad porque el arma que le encontraron en su vivienda —en el sector de Santa Fe— era de fogueo. Por esto, el magistrado estableció que no se trataba de un tráfico de armas sino que ese delito es considerado como una contravención, según City Noticias.

Sin embargo, las autoridades aprovecharon para indagar sobre la responsabilidad de la mujer (de entre 19 y 20 años) en el caso del brutal maltrato y abuso sexual a la pequeña, que permanece bajo cuidados médicos en el hospital Santa Clara.

“Los investigadores obtuvieron información clave para lograr establecer quién o quiénes fueron los responsables de someter a todo tipo de vejámenes a esta menor, pero no se encontró el material probatorio suficiente para que quedara detenida” añadió la emisora.

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La niña, según las investigaciones adelantadas, el pasado domingo 29 de abril, fue dejada con una mujer en una guardería clandestina (inquilinato) donde cuidan a los hijos de las trabajadoras sexuales.

Presuntamente, la mujer le entregó la menor a una pareja que se la habría llevado del lugar para otro barrio, donde aparentemente fue abusada sexualmente, quemada con ácido y golpeada hasta dejarla inconsciente.

La misma noche, un hombre la llevó en un taxi en estado crítico de salud al hospital El Guavio, la abandonó en el lugar y se fue en el mismo vehículo en compañía de una mujer, según declaró el conductor de servicio público.

Hasta el momento no se ha hecho ninguna captura por este caso, en el que ya los investigadores judiciales recopilaron al menos 120 videos de cámaras de seguridad.