Fueron trasladados al albergue temporal del coliseo, pero hasta el momento no se tiene el número consolidado de las familias damnificadas, pues primero se está controlando, indicó a los periodistas el director de Gestión del Riesgo de Puerto Valdivia, Didier Fernando López.

Además, otros lugareños aseguraron que el centro de salud del pueblo está inundado y que varias casas resultaron averiadas, por lo que se estima que al menos unas 200 familias resultaron damnificadas.

En Tarazá, la crecida llegó a su punto máximo hacia las 9:30 de la noche, sin que se desbordara el río. Sin embargo, la alerta se mantiene.

Los pobladores utilizaron sus redes sociales para publicar vídeos en donde se observa la fuerza del río destruyendo el Puente Simón Bolívar.

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La emergencia en Hidrointuango comenzó el pasado 28 de abril por una “condición geológica imprevisible” que causó un derrumbe que tapó el flujo aguas abajo.

Aunque inicialmente se destaparon unos túneles auxiliares, usados en la primera fase de construcción del proyecto, el invierno en la zona complicó la situación.

Lo anterior forzó a Empresas Públicas de Medellín (EPM), compañía encargada de la obra, a inundar, como última medida, la casa de máquinas donde se alojan ocho unidades de generación.

“La decisión es dejar abiertas las compuertas de captación para permitir que el agua fluya a través de cuatro túneles para evacuar unos 2.000 metros cúbicos por segundo de agua”, expresó el 10 de mayo el gerente de EPM, Jorge Londoño.

Esa determinación, además de provocar la evacuación de las 600 personas que trabajaban en esa zona de Hidroituango, significará el deterioro de equipos y la pérdida total de las máquinas instaladas.

La central generará un total de 2.500 MW, lo que equivale al 17 % de la demanda energética del país.