En las entrañas de las selvas del Chocó, la periodista Andrea Aldana, en compañía del analista político Ariel Ávila, entró en contacto con los hombres que aún tienen en su poder al exgobernador Odín Sánchez, que sería liberado el próximo 2 de febrero.

Lo que dijo alias ‘Uriel’ deja en claro que desde el Frente de Guerra Occidental del Eln la paz sigue siendo un asunto incierto. Hasta que los delegados de esa guerrilla agoten la etapa de valoración de los acercamientos con el Gobierno, la orden es mantener la presión política y militar en todas las formas.

Frente a lo que pueda pasar en Quito (Ecuador) los hombres del Eln saben que deben mantener la unidad para no ceder ante la presión que busca desarmarlos porque, según él, “no tiene sentido someterse a una justicia de paz de la que no participamos ni fuimos consultados”.

En resumen, estas son las frases que más dudas desatan sobre el momento político y militar en el que se encuentra el Eln antes de afrontar un eventual proceso de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, o quien lo suceda en el poder:

  • “Lo primero que queremos aclarar es que no hay división en el Eln. El establecimiento es feliz difundiendo este rumor y los medios le hacen eco, pero no es cierto”.
  • “Las razones para continuar la guerra son las mismas que nos dieron origen hace 52 años: falta de oportunidades, inequidad, despojo de tierras, inestabilidad laboral, falsos positivos, asesinato de líderes. No vemos por qué hay que creer ahora en un cambio de paradigmas. Las razones para seguir en pie de lucha se han hecho más profundas”.
  • “Creo que al Eln no lo desmovilizan en año y medio. Dejémonos de eufemismos: la delegación en Quito sólo tiene carácter exploratorio. El quinto Congreso del Eln avaló los diálogos y una delegación examina si existe verdadera disposición de paz en el Gobierno. En ese análisis estamos, con valoraciones”.
  • “Si el objetivo es desarmarnos, en este momento no tiene sentido someterse a una justicia de paz de la que no participamos ni fuimos consultados”.
  • “No tenemos problema. En asunto electoral hemos mantenido y seguiremos manteniendo un solo criterio: se permite hacer política siempre y cuando no sea contrainsurgente”.
  • “Cobramos impuesto de guerra a cualquier actividad comercial: transporte, minería, madera o todo lo que sea que se dé por acá”.
  • “El asunto es sencillo: si no quieren que haya guerrilla, por qué simplemente no hacen lo que tienen voluntad de hacer y así nos quitan los argumentos para existir”.

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