Una niña venezolana, de 3 años de edad, fue tocada en su zona íntima por un colombiano, de 70 años de edad, dueño del inquilinato donde 8 familias extranjeras se refugian en el municipio de Pijao.

El comisario de familia de ese municipio, Julio César Flórez Martínez, informó que la denuncia de los hechos fue dada a conocer por la Policía Nacional.

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“Las autoridades nos informaron de que en el hospital Santa Ana de Pijao había una niña abusada sexualmente y junto al equipo interinstitucional nos dirigimos al centro asistencial para conocer qué había pasado”, dijo el funcionario.

Sobre los hechos, el servidor público indicó que lo relatado por los testigos de lo sucedido dan cuenta que en la puerta del baño del inquilinato, vivienda de propiedad del presunto victimario, se encontraba la menor de edad.

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Para las autoridades, lo lógico y coherente del relato de la menor de edad, a pesar de sus escasos 3 años, fue fundamental para la apertura de la indagación preliminar.

Los padres de la menor llegaron al inquilinato, después de haber terminado sus labores en el campo y, al conocer lo que le había pasado a su hija, junto a otras personas también del vecino país, decidieron prenderle fuego a la vivienda.

Sin embargo, la Policía Nacional alcanzó a llegar al lugar de los acontecimientos desde donde fue solicitada por los vecinos.

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Los uniformados, adscritos a la Policía Pijao, tuvieron que sacar escoltado al hombre que fue conducido a la estación local de esta autoridad para que fuera individualizado.

La Seccional de Investigación Criminal, Sijín, se dirigió hasta la municipalidad para recopilar los elementos materiales probatorios que le fueron entregados a una fiscal del Centro de Atención Integral para Víctimas de Abuso Sexual, Caivas.

Después de estos procedimientos judiciales, el adulto mayor fue dejado en libertad y desde Pijao, las autoridades rechazaron cualquier acción al margen de la ley en contra de los menores de edad.