Y el recuento de los 11 del último año, revisado por Noticias Uno, encontró otro patrón.

La primera característica suena obvia: las víctimas, muertas y heridas, fueron mujeres: 11, para ser exactos.

Ese alto número tiene explicación en la primera característica que lo hace diferente: según el experto Ariel Ávila, la revisión de esos 23 atentados revela que este “es el primero que afecta un sitio de aglomeración pública, en el horario de mayor tránsito, que tiene por objetivo afectar población civil”.

“Los demás fueron en la noche o la madrugada, y tres contra la Policía”, dijo a El Colombiano. Ávila es director de la fundación Paz y Reconciliación.

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Pero el mismo experto dice que cobra fuerza la hipótesis de que la bomba se activó antes de tiempo, y que estaría dirigida a otra zona del centro comercial.

Eso podría significar una de 2 cosas: o que se buscara afectar a más población civil, lo que ratificaría que es un atentado diferente, o todo lo contrario, no afectar a la población civil, sino daños materiales, lo que lo haría similar a los otros 22.

Noticias Uno, por su parte, dice que lo del baño de mujeres no es un hecho excepcional, pues 4 de los 11 de último año han tenido ese como escenario.

Por ejemplo, el 23 de agosto de 2016, tres petardos, que habían sido dejados en el baño de mujeres, estallaron en sedes de Salud Total y Cafesalud, en Bogotá.

Si el atentado del Andino es parte de ese patrón, significaría que el baño sí era el sitio al que iba dirigida la bomba.

Otros ataques que han conmocionado a la capital del país son: el atentado contra una torre de energía en Ciudad Bolívar (19 de octubre de 2016) y la explosión en Torca en la que murió un joven policía (28 de diciembre de 2016).

También están la detonación en Teusaquillo que hirió a siete personas (10 de febrero de 2017) y el ataque en La Macarena (19 de febrero de 2017) que mató a un patrullero. El Eln reconoció la autoría de este último.

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