Y es que se pensaba lo peor, pues el soldado Leandro José Luna pasó más de 14 horas con una granada calibre 40 mm, para MGL, incrustada en la parte derecha de su rostro.

Como el temor era que el artefacto explotara en cualquier momento Luna tuvo que soportar, además del dolor, un viaje por carretera desde Arauca hasta Bogotá, en donde luego de la angustiosa espera un equipo médico instaló un improvisado quirófano en el parqueadero del Hospital Militar para realizar la riesgosa cirugía.

También le puede interesar:

Hoy, el soldado Luna reapareció con una tímida sonrisa para agradecer a los médicos y a todas las personas que lo ayudaron en esta difícil experiencia.

“Me siento bien ahora, pese a las dificultades que tengo porque como no puede hablar bien (…) Darle las gracias a mi Dios porque no sé para qué me tendrá más adelante. Es una oportunidad que no tiene todo el mundo, es una historia muy grande”, manifestó el joven, en diálogo con Noticias Caracol.

Luna reconoce a ese medio que lo sucedido aquel 5 de junio fue un accidente durante un entrenamiento militar, ya que a uno de sus compañeros, que estaba a unos cuatro metros, se le disparó el arma y la granada lo impactó porque él estaba de frente.

Ahora, el joven no se atreve a decir todavía si seguirá o no en el Ejército, aunque ese era su sueño desde que estaba niño.

LO ÚLTIMO