La poeta y periodista es Luna Miguel (Alcalá de Henares, España, 1990) y su libro, ‘El dedo. Breves apuntes sobre la masturbación femenina’, de la editorial Capitán Swing.

Aún no se sabe qué fue exactamente lo que disgustó al censor de Facebook: si la carátula del libro, ilustrada con un dibujo que muestra una mano derecha y su dedo índice erecto, en un tono rosado, sobre una línea curva azul, que bien podría ser un monte de Venus o la abstracción de una sonrisa.

Pudo ser también el título (puntualmente, los términos “masturbación femenina”), o el poema ‘La balada de la masturbadora’, de Anne Sexton, con el que Luna Miguel acompañó su post. Ese poema es reconocido por haberse convertido hace casi medio siglo “en una bandera para la literatura feminista por ser uno de los primeros textos que llevó sin tapujos la masturbación femenina al género poético, no como algo anecdótico, sino como un tema en sí mismo”, dice El País, de España, en una reseña sobre el caso.

El poema de Sexton dice así:

“De noche, sola, desposo la cama.
Dedo a dedo, ahora es mía.
Ella no está lejos. Ella es mi encuentro.
La sacudo como a una campana. Me reclino
En la enramada donde tú solías montarla.
Me tomaste prestada sobre las sábanas floridas.
De noche, sola, desposo la cama”.

Lo cierto es que una presentación similar la hace la editorial Capitán Swing, y no por ello le han cerrado su perfil.

Ante el requerimiento de Luna Miguel a Facebook para que le explicara la determinación, la red social le respondió: “Determinamos que no cumples los requisitos para utilizar Facebook. Si deseas obtener más información sobre las políticas de Facebook, revisa la Declaración de derechos de Facebook. Por razones de seguridad no podemos informarte de los motivos por los que se inhabilitó tu cuenta. Agradecemos tu comprensión, ya que esta decisión es inapelable”. Y firma Logan / Facebook.

“Se queda una rara cuando pasa algo así. Sobre todo por la incomprensión”, le dijo Luna Miguel al suplemento Verne, de El País. “Aún no entiendo muy bien qué ha pasado, ni qué es lo que realmente ha molestado a Facebook, porque ni siquiera han querido darme sus razones”.

En este caso, la poeta y periodista encarna el terrible drama al que se ven expuestos los usuarios de la red. “Facebook es algo que está tan en nuestro día a día que ni te planteas que pueda tener un ‘final’. Lo primero que hago todas las mañanas al levantarme es mirar notificaciones de mis redes. Esta mañana, al despertar sin Facebook después de ocho años ahí dentro, me he sentido muy rara”, agregó en su declaración al suplemento de El País.

Pero Luna Miguel también plantea otro problema que tiene que ver con la presunta discriminación de género en que incurre permanentemente la red social, y lo deja sentado así en su declaración a El País: “Viendo la cantidad de webs que hay con contenido machista que pasan desapercibidas y a las que Facebook no condena ni censura podría decir que no habría pasado lo mismo o se habría solucionado de otra manera. Recordemos que esta red social censura desnudos femeninos, pero no masculinos”.

En un sugestivo aparte de su nota, El País le da un aliento a la poeta y periodista Luna Miguel al afirmar que Facebook le quitó el perfil, pero no el dedo…

LO ÚLTIMO