Los Bakraoui pertenecían a la célula terrorista de Saleh Abdeslam, quien fue capturado en Bruselas esta semana, y que es considerado el único sobreviviente de los atentados de París, donde su propio hermano murió al detonar un cinturón bomba en un café.

El macabro patrón es descrito por ‘The New York Times’, que completa la lista con Chérif y Saïd Kouachi en el ataque a la revista satírica Charlie Hebdo en el 2015; Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev en el maratón de Boston del 2013; y 3 parejas de hermanos en los atentados del 9/11 a las Torres Gemelas.

Para los grupos terroristas, los hermanos pueden ser reclutas ideales. Se radicalizan entre sí al tiempo que refuerzan un sentido de propósito y vocación ideológica. Se vigilan entre sí para asegurar un ataque se lleva a cabo… Los hermanos también presentan un desafío formidable para la ley. A menudo viven en la misma casa. Pueden comunicarse fácilmente, sin necesidad de utilizar teléfonos celulares que son vulnerables vigilancia. Y el nexo familiar puede -aunque no siempre- servir como un seguro para evitar que un miembro de una célula traicione la misión ante las autoridades”,

dice ‘The New York Times’.

Otro patrón puesto al descubierto es que en la parte final de los operativos, los hermanos son enviados a sitios diferentes, para evitar que uno convenza al otro de desertar por amor. En cambio, separados queda un sentimiento de no decepcionar al hermano.

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