El cirujano José Antonio Castañeda se refirió a la intervención, que es la primera de las dos programadas:

La cirugía fue prácticamente todo un éxito. Ahora hay que ver cómo responde a este nuevo cambio y esperemos que todo vaya bien”.

El caso de Franco, de 32 años, es “bastante delicado” y los doctores están preparados para cualquier “contingencia o urgencia”, prosiguió.

Para poder someterse a la técnica llamada “derivación biliopancreática tipo bypass”, Franco tuvo que controlar su diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad extrema que presentaba en diciembre, cuando fue evaluado por primera vez en el hospital privado Guadalajara.

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Los cirujanos redujeron este martes su estómago tres cuartas partes y lo dejaron con una capacidad de 300 mililitros, con el fin de reducir su ingesta de alimentos.

Esperemos que en los próximos tres meses pierda 40 o 50% del exceso de peso”, apuntó Castañeda.

Cuando los médicos estén seguros de que su herida ha cicatrizado correctamente, comenzará a tomar líquidos y gradualmente llegará a comer alimentos sólidos.

La segunda operación, que se llevará a cabo en noviembre, servirá para dividir su estómago y hacer una modificación intestinal.

Pero el éxito de ambas intervenciones dependerá “de la disciplina que él tenga y del empeño que le ponga a sus evaluaciones de psicología y nutrición”.

Si esto no se completa, será un fracaso todo el procedimiento”, advirtió Castañeda.

En mayo del año pasado falleció Manuel Uribe, otro mexicano que llegó a ser el más obeso del mundo en 2007, según el Récord Guiness, al alcanzar 597 kilos.

Con AFP

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