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Luego de los infructuosos intentos, la policía decidió planear un funeral para dar sepultura a la niña, que fue llamada Raihana, y pidió asistentes voluntarios para acompañarla, informa BBC.
Inicialmente, el policía Jim Holmes había temido que no asistieran suficientes personas, pero quedó gratamente sorprendido al ver que cientos de personas acudieron de todas partes del país para llorar a la niña y hacerle sentir que no estaba sola.
“Todo el mundo debería tener a alguien para despedirse. Nadie debería terminar su vida sin nadie allí. Esta pobre niña nació sola y fue abandonada”, dijo una mujer que asistió desde Londres.
Muchos dejaron osos de peluche, muñecos, flores y notas para recordar a la bebé.
Holmes aseguró al medio que luego del funeral seguirán buscando a la madre de la niña. “Para alguien que estuvo en la tierra por tan poco tiempo, has tocado los corazones los corazones y las mentes de la comunidad y el país entero”, dijo el inspector, citado por Metro.
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