El documento reseña una disminución del 58 % de los peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles del mundo entre 1970 y 2012.

No existe un lugar invulnerable en el planeta, desde las montañas hasta los mares y tanto los ríos como los bosques están cambiando su composición, reduciendo dramáticamente los escenarios naturales de la vida salvaje.

Nuestro uso derrochador, destructivo e insostenible de los recursos naturales está amenazando no solo a las especies y a los ecosistemas sino también a las personas”, asegura Roberto Troya, director de WWF para Latinoamérica y el Caribe.

Johan Rockström, director ejecutivo del Centro de Resiliencia de Estocolmo, defiende la idea de una nueva etapa geológica: el ‘Antropoceno’, una era que “sacude los ejes de nuestro mundo” porque la actividad humana excedió los límites del planeta, demostrando que los recursos naturales son infinitos:

No somos más que un pequeño mundo en un gran planeta. Ahora somos un mundo grande en un pequeño planeta, en el que hemos llegado a un punto de saturación”.

Impala
Impalas en un atardecer africano / Impalas en un atardecer africano

“Solo tenemos un planeta y su capital natural es limitado”, recuerda el informe, invitando a gobiernos, empresas y ciudadanos del mundo a frenar el consumo desmedido de sus recursos.

Pérdida y degradación del hábitat, sobreexplotación de la especies, contaminación, el cambio climático y la invasión de especies y enfermedades son los principales enemigos de la fauna silvestre.

Dependemos de la naturaleza para conservar el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos y los materiales que usamos, la economía que nos sostiene y, no menos importante, para preservar nuestra salud, inspirarnos y ser felices”, resalta el director de WWF Internacional Marco Lambertini.

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