Según la artista, de un momento a otro se apartó de la gente, sin intención, y se vio envuelta en una dura depresión.
“Llegué a la casa, (y me quedé) como una o dos horas así, en la sala, (sentada mirando hacia abajo), como un ente, pensando en nada. Cuando pasaron como dos horas, dije ‘¡mier…!, ¿yo que hago aquí sentada’?”, recordó.
“Me fui para el cuarto, me senté, no me podía quedar dormida. Me levanté a las 4 de la mañana a llorar. Lloraba, lloraba y lloraba como cuando uno llora desgarrado. Empecé a sentirme muy mal”, añadió.
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“Me empecé a sentir muy depresiva. No soy una persona depresiva, realmente, pero ya eran niveles de depresión fuerte. Decía: ‘¿qué me está pasando’?”, señaló.
También, comenzó a sentir aversión por sus hobbies, y hasta pensamientos de suicidio atravesaron su cabeza, relató:
“Llegaba a la casa y sentía ganas de morirme, de suicidarme”.
“A mí me encanta bailar, me encantan los animales y la música, y todo eso me fastidiaba. Decía: ‘es muy raro lo que me está pasando'”.
Rendón quería volver a ser ella misma, así que consultó a un guía espiritual, con incredulidad.
Gracias a él, descubrió que dos personas cercanas a ella le estaban haciendo brujería, con el fin de que no progresara profesionalmente, indicó ‘Se dice de mí’.
“No creía del todo hasta que me pasó. Y les digo que existe (la brujería)“, dijo la intérprete.
“Conocí a un ser maravilloso que es mi guía espiritual, y me dijo el nombre de la persona, y yo dije ‘no puede ser que me esté diciendo el nombre de la persona que creo que es’. No solamente esa persona sino otra que había trabajado mucho tiempo conmigo”, puntualizó.
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Finalmente, la actriz se encomendó a Dios y, por medio de la oración, pudo superar el episodio, resaltó el programa.
“Oro tanto, me conecto tanto y creo tanto en eso que estoy súper fuerte. Entendí que eso me hizo crecer espiritualmente un montón”, aseveró la joven.
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