“Los artistas viven rodeados de gente que constantemente les está levantando el ego: ‘eres la mejor’, ‘eres la más bonita’, ‘eres la que mejor canta’, ‘nadie te llega a los talones'”, indicó la cantante en La Red.

Lo anterior la llevó a los excesos que generalmente llegan con la fama: el alcohol, la droga y el sexo. Sin embargo, fue este último el que más la afectó.

“No era ninfómana, pero me encantaba el sexo. Tenía muchos amigos (que no eran tan amigos) que eran los que me conseguían los muchachitos con los que yo me acostaba”.

De acuerdo con su relato, era como “ser prostituta sin cobrar”.

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Aunque tenía dinero y era bastante reconocida, ella se sentía sola y la fama la llevó a una fuerte depresión. “No era feliz”, manifestó Yuri al programa, por lo que, incluso, pensó en quitarse la vida.

Fue después de un duro momento que pasó que decidió cambiar su estilo de vida. Le salieron unos tumores en las cuerdas vocales que le quitaron la voz durante 6 meses. Yuri indicó en La Red que los médicos pensaron que era cáncer y le hicieron una biopsia. Después de la operación, descubrieron que no se trataba de esa enfermedad.

“La recuperación fue terrible: ¡dejar de hablar durante un mes! Entonces, ese fue como mi primer paso por el desierto y de ahí ya empecé a recuperar mi voz. Fue terrible, ¡yo lloraba!”.

La cantante mexicana decidió alejarse de los escenarios por 5 años y al transcurrir ese tiempo, regresó transformada de una forma positiva.

“Cuando yo me paro en el escenario, ya era otra cosa. Ya no era para sentirme la mejor, sino para agradecerle a Dios que me dio la oportunidad de regresar y que estaba viva”.