El Colombiano es un grupo editorial multiplataforma con más de 110 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín en Antioquia. Fundado el 6 de febrero de 1912 por Francisco de Paula Pérez, se ha especializado en la investigación y generación de contenidos periodísticos para diferentes plataformas en las que provee a las audiencias de piezas mult...
De manera repentina llega un mensaje de WhatsApp proveniente de un número que no tiene la secuencia tradicional a la de los teléfonos celulares de Colombia. Aparece con una oferta económica, en la que promete pagar a los interesados a cambio de dar “Me gusta” a determinados videos. Detrás de la idea hay gente interesada en quitarle dinero a quienes se dejan cautivar por los primeros pagos.
Todo comienza con un mensaje que reza, más o menos: “Nuestra empresa ofrece un trabajo a tiempo parcial. Esta es la posición de promotor de redes sociales. Puede recibir pagos simplemente dando ‘me gusta’ a los videos de YouTube. Solo necesita pasar una a dos horas al día”.
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Después de cuatro mensajes de insistencia, El Colombiano decidió indagar de qué se trataba esta supuesta oferta económica y hasta donde llegarían quienes la estaban haciendo, siguiendo las indicaciones que daban, inicialmente, a través de WhatsApp.
Primero le indican que debe entregar una cuenta de Nequi -no permiten de otra entidad bancaria- para hacer la consignación por los likes puestos en determinadas cuentas de YouTube, de acuerdo con una secuencia de objetivos. El costo por cada tarea, como ellos lo catalogan, inicialmente es de $ 7.500, para ganarse la confianza de los interesados.
La asignación de las tareas se hacen mediante un grupo de la red Telegram, a la cual lo agregan estas personas después de que se aceptan las primeras condiciones para participar de esta red de negocios.
En total entregan $ 15.000 en las dos primeras tareas y con la confianza ganada ponen nuevos retos, pero esta vez la base no es seguir dando “Me gusta” a páginas de YouTube de toda clase de artistas, desde conocidos como Paola Jara o Jessi Uribe, así como de otros menos famosos.
En esta ocasión, la tarea es de nivel económico, cuando ya a través del grupo de Telegram hacen exigencias económicas, pidiendo entre $ 110.000 y $ 28 millones, según una tabla que publican en medio de la solicitud.
Incluso, en medio de la tarea experimental, se intentó pedir la consignación de $ 280.000 para obtener $ 392.000, pero la oferta fue rechazada, brindando una falsa sensación de confianza, pidiendo que se consigne únicamente el monto más bajo.
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La promesa de ganancia, según el monto consignado, promete ser de entre el 20 % y el 70 %, es decir, entre los $ 132.000 y los $ 47.600.000, pero de acuerdo con lo monitoreado en este grupo, solo se realizaron consignaciones de hasta $ 280.000.
Para hacer esta transferencia dan un plazo de 10 minutos, en los cuales si se acepta, se promete una retribución del dinero prometido en 15 minutos. Si hay una negativa en la entrega del dinero, el discurso cambia por parte de quienes amablemente realizaron “la oferta laboral”, empezando con intimidaciones de entregar montos más bajos por las tareas que se utilizan como señuelos y, posteriormente, con un trato más agresivo en los mensajes.
Finalmente, cuando es reiterativa la negativa de entregar el dinero, como se hizo en esta prueba, inmediatamente ordenan la exclusión de todos los grupos con un mensaje que dice, “cuando esté interesado, nos vuelve a escribir”, sin responder a más pronunciamientos al respecto.
En caso de hacer las consignaciones, muchas veces optan por hacer bloqueos de las conversaciones y lograr el mismo efecto que cuando hay negativas, con la diferencia de que las personas pierden $ 110.000, $ 280.000 o montos superiores que podrían servir para satisfacer algunas necesidades.
Al parecer, esta modalidad de estafa ha proliferado por varios países de América Latina como México, Costa Rica, Ecuador y Perú, por lo que las autoridades ya pusieron sus ojos para evitar que los delincuentes se aprovechen de las personas interesadas en ganar unos pesos de más y que aparece con una oferta que llegó del cielo.
Ante estas situaciones, desde el Gaula de la Policía Nacional reiteraron su llamado a las personas a no responder mensajes de fuentes desconocidas y menos cuando tienen indicativos internacionales, de dudosa procedencia.
No solo por temas de esta estafa, sino que por este medio instalan virus que pueden terminar, incluso, con el robo de su cuenta de las redes sociales.
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